jueves, noviembre 26, 2009

Educación Superior, bien público y estratégico

Autora: Ma. Isabel Royo Sorrosal
Publicación: Síntesis, Pendiente

En el pasado mes de julio tuvo lugar la Conferencia Mundial de Educación Superior en la sede de Unesco en París, con más de mil doscientos participantes. Convocados con motivo de las nuevas dinámicas de la educación superior y de la investigación para el cambio social y desarrollo, revisaron la década transcurrida desde la anterior conferencia mundial y propusieron líneas básicas para el plan de acción de los Estados miembros y de la propia Unesco.
El Comunicado final de la conferencia presenta a la educación superior como un bien público y estratégico para afrontar los desafíos que tienen las naciones en materia de salud, educación, medio ambiente y cultura. La educación superior tiene la responsabilidad de contribuir a la innovación, la investigación y el crecimiento económico desde una perspectiva ética y mundial. Es uno de los instrumentos principales, junto con la investigación, para la reducción de la brecha entre los pobres y ricos pues está dirigida, principalmente, a los sujetos jóvenes que conforman y dirigirán los países. Se reconoce como responsabilidad de todos los implicados en ella (universidades, sector empresarial, sociedad civil) y, especialmente, de los gobiernos.
Entre las líneas de acción que la Conferencia propone a los Estados miembros, encontramos la generación de políticas y estrategias para “mantener y, en lo posible, incrementar la inversión” en educación superior. La actual crisis económica aumentará la diferencia de acceso y calidad educativa entre los países, pero no se puede esconder que la educación superior es imprescindible para una sociedad del conocimiento “inclusiva y diversa”.
Por otra parte, las instituciones de educación superior continúan con la responsabilidad de anticiparse a las necesidades sociales así como de ofrecer alternativas. Ello implica investigación para el desarrollo, el uso de tecnologías de la información y comunicación, formación de emprendedores, y educación a lo largo de toda la vida.
Aunque haya un difícil presente y futuro próximo, no se puede renunciar a esos compromisos, ya que constituyen una estrategia y un bien para todos.

lunes, noviembre 23, 2009

Ser universitario: pasar o pertenecer

Autora: Luz del Carmen Montes Pacheco
Publicación: La Primera de Puebla, Pendiente


El paso por la universidad deja huella. Puede ser una huella tan profunda que permita la identificación con una comunidad y la pertenencia a ella a pesar del paso de los años, puede sólo aportar una profesión o las opciones intermedias pues no existe sólo el blanco o el negro.
¿Qué significa “ser un universitario”? ¿El universitario es sólo el que estudia en una universidad en un tiempo y en un lugar determinados? ¿Eres universitario permanente si eres profesor en una universidad? ¿Sólo los “estudiantes profesionales” – como bautizó mi padre a las personas que realizan muchos estudios de posgrado – son universitarios?
Busqué primero en internet, en Google para ser más precisa. Con las palabras: ¿Qué es ser universitario? (sin comillas), el buscador arroja 15 y medio millones de resultados; con comillas (cuando busca la frase exacta), los resultados se redujeron a 61,100. En los primeros diez resultados, en una primera mirada, sólo encontré dos textos que me parecieron pertinentes.
En el primero se hace alusión al libro de Felipe Barrios: “Todo comenzó en Curanilahue”. En él, el sacerdote jesuita afirma que “El joven universitario, al contactarse con quienes viven en la pobreza, descubre lo que significa ser universitario. Descubre que ser universitario, es un privilegio, una oportunidad que implica un compromiso”. Excelente forma, aunque reconozco que no excluye otras posibilidades.
En el segundo texto, Ángel Gabilondo, actual ministro de educación de España, declaró cuando era rector de la Universidad Autónoma de Madrid, que “Ser universitario es una forma de ser, pero también es una forma de vivir”. Afirma que la universidad no sólo es un lugar para adiestramiento profesional, sino que es un lugar para formar ciudadanos con mente abierta, que contribuyan a la construcción de un mundo más justo, “porque la miseria y la ignorancia se combaten con la educación, la cultura, el arte, el conocimiento. Y la Universidad debe ser el templo de todos esos saberes”.
Ambas ideas resuenan con las mías. Pero me pregunto ¿qué piensan nuestros estudiantes? En los últimos meses ronda en mi mente la hipótesis de que lo que los educadores pensamos sobre lo que deben aprender y cómo deben aprender nuestros estudiantes, está alejado de lo que ellos piensan. Entonces decidí indagar con algunos de mis estudiantes y les pedí que voluntariamente (y con su autorización) escribieran brevemente lo que significa para ellos ser universitario y la diferencia entre un universitario y quien no lo es.
Respondieron 25 estudiantes- a quienes agradezco su tiempo y sus ideas- 19 de ellos de primer semestre y 6 de segundo semestre. Sólo para 8, ser universitario significa fundamentalmente estudiar para tener una profesión en el futuro; 6 de ellos piensan que ser universitario implica más que estudiar: implica desarrollar habilidades, hábitos y aptitudes; adaptarse a las costumbres; y vivir experiencias con compañeros que no te da otro medio. Estas dos descripciones son las más frecuentes. Las respuestas que sólo se repiten 2 ó 3 veces, expresan mayor responsabilidad, una mente más amplia, tener vida deportiva, crecimiento, madurez. Dos ideas destacables por su relación con la vida, aunque únicas: “La universidad nos prepara para la verdadera universidad: la vida cotidiana” y “en la universidad defines lo que serás, es una de las decisiones más importantes en tu vida”.
Sobre la segunda pregunta, todos los estudiantes reconocen la diferencia. Una estudiante piensa que las personas hacen la diferencia y no la universidad. El resto, ubica que la diferencia estriba en que un universitario tiene más conocimientos, más habilidades, mayores oportunidades y hasta mejor paga que alguien que no lo es. En cualquier caso estoy de acuerdo en que depende más de las personas que de la universidad.
Para mí ser universitario significa pertenecer a un sujeto social, ser parte de un proyecto que tiene como propósito ofrecer y aceptar educación; educación en un sentido amplio, profundo y permanente pero que se transforma a través del tiempo.
En la universidad además de ofrecer planes de estudio, se ofrecen las posibilidades de explorar muchos campos de conocimiento, de discutir los grandes problemas y dilemas del mundo en que vivimos, de vivir diversas experiencias fuera de las aulas.
Ser universitario es ser una persona en constante búsqueda para mejorarse y mejorar la sociedad en la que vive, con un pensamiento que se transforma con la vida y siempre en un diálogo con los demás.

martes, noviembre 17, 2009

Por qué un Observatorio de Violencia Social y de Género en la UIA Puebla

Autora: Lourdes Pérez Oseguera
Publicación: E. Consulta, 17 de noviembre de 2009

"Si no existe continuidad entre programas institucionales que lo continuo sea la observancia"

*Equipo de investigadoras del Observatorio

Los Observatorios son instancias encargadas de diseñar, construir y mantener sistemas de información respecto a un tema en particular. Se crean como estrategias para recolectar la información generada por distintas instituciones -públicas y de la sociedad civil-; sistematizarla, homogeneizarla y analizarla para su mejor aprovechamiento colectivo. Observar implica un acercamiento juicioso a la realidad con el fin de conocerla, predecir sus consecuencias y prevenir. Conforme esta se ha vuelto más compleja, la necesidad de simplificarla para su transformación, explica por que en los últimos años los observatorios se multiplican y diversifican, los hay de: cultura, educación, derechos humanos, desarrollo, empleo, medio ambiente, familias, entre otros, y por supuesto, del tema que nos ocupa: la violencia social y de género. Todos comparten una misión: observar una parte del mundo social que incide sobre la calidad de vida de la mayoría de la población.
El Observatorio de Violencia Social y de Género de la Ciudad de Puebla (OVSG-Puebla-UIA), se funda este año como un espacio académico interdisciplinar. Surge de la propuesta de un grupo de académicas y de egresadas de la Especialidad en Prevención de Violencia Familiar de la UIA Puebla, preocupadas por las dimensiones que alcanza la violencia social y de género en la sociedad actual mexicana y, por la falta de datos certeros que den cuenta del problema a nivel local. Su sede no podía ser mejor que la Universidad Iberoamericana ya que la filosofía de la misma sustenta tres valores fundamentales: la justicia, el respeto a la dignidad humana y la búsqueda del desarrollo humano armónico.
¿Es posible el desarrollo armónico cuando la violencia se halla presente? Nuestra respuesta es que no, y sin embargo, cada vez la violencia se enraiza en nuestra cultura como una forma efectiva de alcanzar y sostener el poder, el cual implica acceso a los recursos (materiales y simbólicos). Históricamente, las mujeres se han encontrado al margen del poder y por lo mismo resultan un grupo vulnerable a sufrir violencia.
En el Informe Mundial sobre Violencia y Salud 2002, la Organización Mundial de la Salud declara que en el mundo "para las mujeres de 16 a 44 años de edad, la violencia doméstica es la principal causa de muerte e invalidez, por encima del cáncer, los accidentes automovilísticos y aún la guerra". El organismo señala la violencia como un problema grave de salud pública sin embargo, sabemos que es un problema estructural que tiene su origen en la inequidad: mientras las mujeres tengan poco acceso a los recursos, tanto materiales como simbólicos difícilmente dejarán de ser blanco de la violencia.
Las cifras muestran claramente la vulnerabilidad en que viven muchas de ellas. El programa Municipal para la Igualdad entre Hombres y Mujeres 2008-2011 registra que, en el municipio de Puebla la población femenina analfabeta es de 5.35 y la de varones de 2.6%; mientras el 75.1% de los hombres pertenecen a la población económicamente activa (PEA) solo el 42.9 % de las mujeres en edad de trabajar son activas; además hay tres veces más empleadores (5.3%) que empleadoras (1.6%).
El problema de la violencia es sumamente complejo, no basta con saber su prevalencia o incidencia, sino que se precisa analizarlo profundamente para no perder de vista las estructuras que lo sostienen. Hoy existen instituciones e infinidad de programas de atención y orientación de la violencia familiar y contra las mujeres, pero es preciso observar tanto sus logros como los aspectos en que todavía es necesario avanzar para alcanzar una vida libre de violencia. Por lo mismo, en el OVSG-Puebla-UIA nos planteamos generar sinergias entre la administración gubernamental, las academias, y las organizaciones de la sociedad civil, mediante: la implementación de un sistema de indicadores de violencia, que sirva de insumos para los procesos de investigación y, mediante acciones de sensibilización y visibilización de la violencia social y de género a través de diferentes eventos públicos. Esperamos que las mujeres sean las principales beneficiarias de nuestro trabajo.

Para el próximo 25 de noviembre tendremos una jornada por los 16 días de activismo contra la Violencia hacia las Mujeres. Visita nuestro blog: http://observatoriodeviolenciagenero.blogspot.com/

Filosofía básica

Autor: Mauricio López Figueroa
Publicación: Síntesis, Pendiente

“Mira papá, mira esa roca…”

Avanzaba absorto y con paso cansino sobre el camino que elegimos aquella mañana para pasear por el cerro; el azul del cielo era intenso y el color hería nuestra mirada, mientras millones de insectos imponían una movilidad fantasmagórica al ambiente; la brisa, las flores y los árboles orgullosos de su tiempo y tonalidad enmarcaban el escenario donde nos encontrábamos. Todo era un regalo.
Sin respetar los límites de la brecha, los niños corrían por todos lados, con alegría y vociferando sus hallazgos. Yo no era consciente de que caminaba por aquel paraíso, no me importaba, pues mi ansiedad y mis pensamientos me tenían preso en un lugar oscuro y fuera del tiempo. Me sentía apesadumbrado. La situación del país siempre es el telón de fondo para la desagracia personal y me encontraba en la temporada en la que el trabajo aumenta y se complica; mi inquietud se ahondaba ante la pregunta eterna de “qué hacer”: qué hacer para estar mejor, para ganar más, para evitar los problemas; qué hacer para sentirse bien, más fuerte y más seguro; qué hacer para avanzar por un futuro más estable y más luminoso. Qué hacer para estar en paz con el pasado y no tenerle miedo al futuro…
Un llamado me saco abruptamente de mi ensimismamiento. Lo habíamos dejado atrás, a la distancia veía a mi pequeño hijo postrado ante no sé qué misterio, algo hacía con la ramita que venía arrastrando y blandiendo, y con la que intentaba cazar escarabajos y mosquitos desde hacía un rato. Mientras me acercaba a él podía ver que escarbaba alrededor de una roca enterrada, la cual no podía mover. Cuando llegué a él apenas notó mi presencia, le llamé nuevamente elevó su pequeño rostro y exclamo: “¡mira, es un hueso enterrado!” Me quedé estupefacto ante la luz de su rostro y de su asombro, y entonces entendí. Él no dejó de hacer lo que estaba haciendo, pues no existía en todo el Cosmos nada más importante.
Con cinco años su vida se resumía al presente, a un ahora lleno de emoción y sentido en el que concentraba toda su existencia; todo él era la rama que tenía la mano y la roca enterrada que jugaba a ser el hueso de alegre dinosaurio extraviado en los libros de ciencia. No había nada que temer ni nada que esperar, sólo ser. Ésa fue la enseñanza, la filosofía básica.
Regresamos a tiempo para la comida, procuré durante el trayecto poner atención a todo lo que nos rodeaba y no perder el rastro de sus ojos vivos.

lunes, noviembre 09, 2009

¡Qué lío! Una nueva familia: ¿crecimiento humano o ruptura?

Autora: María Eugenia De la Chaussée Acuña
Publicación: Síntesis, 9 de noviembre de 2009

La separación de los padres o el divorcio puede ser el resultado de muchos factores: de una mala relación afectiva y emocional, de abuso, de violencia intrafamiliar, de engaño, de traicionar la confianza, de irresponsabilidad, de infidelidad, de incomprensión, de desamor, de hostilidad, de insatisfacción sexual, de egoísmo,…
Según Gottman y Silver (2000), el índice de divorcios para segundos matrimonios es un 10% más alto que el de los primeros matrimonios, razón que obliga a conocer a fondo y dialogar con la nueva pareja antes de tomar tan importante decisión porque la misma no solo les afecta a los mismos sino también a los hijos de ambos (si los tienen). ¿A qué se puede exponer a las hijas e hijos cuando no se conoce realmente a la nueva pareja?, ¿sabemos a quién estamos llevando a nuestra vida?
Desgraciadamente estamos viviendo en una época donde el ser humano vale no por lo que es, sino solamente por lo que tiene o por lo que le puede aportar a uno para su propia satisfacción o beneficio. La relación honesta y sincera entre las personas es ya casi inexistente. Nuestra vida está tan alejada de la sensibilidad humana que poco nos preguntamos qué queremos y hacia dónde nos llevará nuestra actual forma de vida.
En la actualidad, muchas personas separadas o divorciadas “rehacen” su vida, volviendo a casarse o teniendo una nueva pareja. Sin embargo, pocas veces se toma en cuenta cómo será la relación con los hijos e hijas de la pareja o cómo la nueva pareja tratará a nuestros hijos. Se da por supuesto que las nuevas relaciones que se establezcan funcionarán por sí mismas, en la cotidianidad de la convivencia y de la vida diaria. Nos hemos preguntado ¿qué sentimientos y emociones experimentan los hijos cuando se ven obligados a relacionarse con alguien a quien no escogieron y con quién tienen que tratar porque otro (a) decidió convivir con él (ella)?, ¿los hijos están “obligados” a querer a su padrastro o madrastra?, ¿a sus hermanastros o hermanastras?, ¿qué sentimientos tienen los hijos respecto a sus padrastros?, ¿habrá manera de garantizar una buena convivencia?, ¿cómo hacer para que se forme una nueva familia amorosa, integrada y estable?, ¿qué puede hacer posible que funcionen las relaciones familiares?
Una vez que los hijos se han acostumbrado a vivir con uno solo de sus padres, el hecho de que éste vuelva a relacionarse con alguien o se vuelva a casar puede representar para ellos, dependiendo de la edad, una verdadera amenaza para su seguridad, tranquilidad y estabilidad. Cuando uno de sus padres divorciados vuelve a casarse, los hijos e hijas experimentan desconcierto, confusión, desconfianza, coraje, frustración, tristeza, desilusión, enojo, culpa, depresión y sufrimiento por considerar que están perdiendo a alguien importante y significativo para ellos. Se sienten desprotegidos, inseguros, inadvertidos y se preguntan constantemente si en verdad los quieren sus padres. Como padres podríamos ayudar a los hijos acercándonos a ellos, escuchándolos con atención, explicándoles la situación y preguntándoles qué sienten y qué les preocupa. Los hijos necesitan que uno les reafirme una y otra vez que uno los quiere, tanto o más, que antes de volverse a casar.
A los hijos es importante darles seguridad para que confíen y amen a otras personas, además de sus padres naturales.
La futura estabilidad emocional y social de los hijos tiene sus raíces en la ayuda y dirección que reciben de sus padres y personas cercanas.
Las hijas e hijos pueden tener miedo del futuro y no demostrar mucho interés en involucrarse muy profundamente en esa nueva relación con el padrastro o la madrastra, por temor, al menos al principio, de que no vaya a durar mucho tiempo pues el nuevo matrimonio podría resultar tan inestable y conflictivo como el primero y, por lo tanto, terminar en otra separación y/o divorcio.
Los hijos, hasta de 10 años aproximadamente, aceptan más fácilmente la nueva pareja de sus padres, no así los de mayor edad.
Cualquier ser humano después de un desequilibrio, necesita de un periodo de adaptación, ajuste y aceptación ante las nuevas condiciones. El hijo necesita aprender a conocer y manejar sus emociones ante las nuevas circunstancias y es normal que experimente diversos sentimientos y emociones.
Es inevitable que los hijos establezcan comparaciones sobre todo si se han sentido queridos auténticamente por el padre o madre ausente, pero no es conveniente que los hijos acumulen en su interior pensamientos y sentimientos negativos pues de repente pueden estallar violentamente y sin control. Las rabietas, los desplantes, los arranques y los berrinches a cualquier edad de los hijos son una forma común de expresar emociones pero deben ser manejadas y controladas por ellos. A pesar de que los hijos los hagan, los padres deben ayudarlos a expresar y manejar su enojo en formas más apropiadas. A los que no entiendan esto se les dificultará relacionarse y lidiar con otras personas o afrontar otras situaciones sociales y personales.
Así como a veces la relación con la madre o el padre naturales es difícil y no está exenta de conflictos, diferencias, contradicciones y retrocesos, la relación con el padrastro o la madrastra tampoco. En muchas ocasiones las relaciones con ellos se dan por no dejar o por conveniencia o tratando de disimular o de no causar problemas. Pero es conveniente aclarar y recalcar que los títulos de padre o madre naturales por sí mismos no aseguran el cariño y el amor sincero y honesto a los hijos. Los padres son las personas más importantes en la vida de los hijos. Sin la aprobación y la aceptación de ellos, los hijos estarán seriamente limitados afectiva y emocionalmente. Los hijos necesitan sentir que sus padres los aceptan, los quieren y los apoyan. El sentimiento de inseguridad se origina la mayoría de las veces por un rechazo directo o indirecto de sus padres.
Sentirse seguro en la vida permite afrontar situaciones nuevas y difíciles. La seguridad les dará a los hijos fuerza para manejar diferencias, frustraciones y desilusiones y les proporcionará las bases sobre las cuales su ser crecerá y se desarrollará armónica y apropiadamente.
Tampoco los títulos de “padrastro” o “madrastra” garantizan el amor a los hijos ajenos. Se puede ser padre natural y no amar a los hijos, así como ser padrastro y amar sinceramente a los hijos e hijas de la nueva pareja. El amor y la confianza no se despiertan solamente porque nosotros queramos que surjan. El amor no aparece espontáneamente o por capricho o por fuerza, más bien se gana.
El contenido e imágenes de películas como la “Cenicienta” o “Blanca Nieves y los Siete Enanos” han logrado que se tengan ideas negativas y distorsionadas de lo que significa y es ser una “madrastra”. La maldad y crueldad de las protagonistas influyen fuertemente en las representaciones mentales y sociales que se crean sobre las madrastras y por ende en relación a los padrastros, sin que las personas reflexionen y consideren siquiera que una madrastra (o padrastro) puede ser así o bien ser en general, (porque nadie es perfecta), cuidadosa, bondadosa, generosa y bien intencionada con las hijas e hijos de la pareja. Estas ideas tan arraigadas y la carga despectiva, en nuestra cultura, de los términos padrastro y madrastra, deben dialogarse y reflexionarse con los hijos.
Por otro lado, los hijos sienten y se dan cuenta de quién realmente los quiere, tanto por el trato como por las actitudes, intenciones y acciones de la otra persona.
Nadie puede mandar o forzar a alguien amar a otra persona, por lo que no se puede obligar a la nueva pareja a amar a nuestros hijos y de la misma forma, la nueva pareja no puede obligar a amar a los de él (ella). Amamos voluntaria y libremente por una decisión personal basada en el aprecio, en el afecto y cariño sincero y honesto a otras personas.
Cuando se valora a la otra persona, se busca la convivencia con ella y se le aprecia, se le ama, se realiza su bien. Así, buscamos convivir con aquellas personas queridas (madre, hijo, esposo, pareja, padre, amigos, hermanastros, etc.).
¿Qué puede facilitar la relación? La disposición de abrirse y aceptar honestamente al otro, de intentar amar al otro, de reconocer al otro como una persona diferente a nosotros pero igualmente valiosa que merece nuestra confianza, respeto, aprecio y cariño.
La confianza que puedan desarrollar los hijos está relacionada con la aceptación y el amor de los padres o padrastros. La confianza hace que incluso frente al fracaso, los hijos pueden aprender de la experiencia si saben que cuentan verdaderamente con alguien (madre, padrastro,…) y son apoyados por ellos.
Una necesidad básica es sentir seguridad, pero esta no se desarrolla de forma automática o mágica, sino a través de la aceptación y el cariño.
Como los integrantes de la nueva familia tienen diferentes antecedentes, historias, costumbres, criterios, necesidades, valores, sueños, temores, esperanzas, aspiraciones y deseos, en ocasiones se verán en conflictos y los mismos deberán ser tratados y manejados dentro del entorno familiar.
Formar una nueva familia no significa que los miembros de la misma estén de acuerdo en todos y cada uno de los aspectos de convivencia o filosóficos de la vida. Esta situación requerirá de mucho diálogo y reflexión y de una gran flexibilidad de actitudes y, tal vez, algunos cambios o adaptaciones de parte de todos.
Los hijos necesitan sentir que forman parte de la nueva familia con la que irán creando una nueva vida interior juntos. Es pertinente que la nueva familia establezca finalidades y propósitos comunes y compartidos que los unan y que los lleven a dialogar, confiar y a quererse entre sí. Deben crear sus rituales de convivencia y de conexión afectiva y emocional tales como preparar la comida y realizar juntos las tareas de la casa, conversar sinceramente y no sólo sobre cosas triviales, reunirse con la familia y amigos de ambos integrantes de la pareja, tenerse confianza, quitarse máscaras y abrir sus corazones para mostrarse tal y como son, tener presente y celebrar los cumpleaños de todos, fotografiarse en diversas situaciones y celebraciones, platicar a fondo sobre las dificultades y aciertos que van enfrentando, planear, compartir y disfrutar las vacaciones juntos, acampar, jugar juegos de mesa o realizar deportes,… Todos necesitan conocerse realmente, apreciarse y estar más de acuerdo sobre las cosas esenciales y fundamentales de la vida. Cuantos más sentimientos y valores profundos puedan compartir, más rica y gratificante será la relación. Con esto fortalecerán también su amistad y cariño.

CONTRA LA PARED: La Educación en México

Autor: Martín López Calva
Publicación: E-Consulta, Pendiente

“Contra la pared: Estado de la educación en México” es un estudio realizado por la organización “Méxicanos primero” que llega a dos conclusiones que aunque no son sorpresivas, deberían ser muy preocupantes y ponernos a trabajar en serio.
Estas dos conclusiones se resumen en que el sistema educativo mexicano tiene problemas de cantidad y de calidad muy severos.
El problema “de cantidad” consiste en que solamente el 46% de los mexicanos en edad escolar continúa sus estudios después de la secundaria y que por tanto, a pesar de que la cobertura parece ser un problema menor en la actualidad –parece que existen suficientes escuelas- el problema de la deserción escolar es muy grave –muchos niños y adolescentes no asisten a la escuela o la abandonan en edades tempranas-.
El problema de calidad se ha mencionado mucho en los últimos años: en todas las pruebas nacionales (p. ej. Enlace) e internacionales (p. ej. PISA) el nivel de competencias de nuestros estudiantes muestra deficiencias muy graves en Matemáticas, lecto-escritura y ciencias. En PISA, por ejemplo, nuestro país ocupa el lugar treinta de treinta entre los miembros de la OCDE y el cincuenta y seis de sesenta contanco países no miembros que hace la prueba para medir su nivel.
Las conclusiones de este trabajo muestran que el problema no es de índole presupuestal como cada año se empeñan en demostrar los rectores de universidades públicas, el SNTE y los directivos del sector educativo. México invierte, según ese estudio, el 25% de su presupuesto programado en el ámbito educativo, pero existe un problema estructural que hace que esos recursos se gasten mal.
Lo que hace falta es una auténtica profesionalización de los docentes que contemple una reforma en su formación inicial, un serio y sistemático proceso de formación permanente y una certificación periódica.
De otra manera, la educación nacional seguirá poniendo a las futuras generaciones “contra la pared” por no darles las herramientas para salir adelante en un mundo cada vez más competitivo.

miércoles, noviembre 04, 2009

El caso de GM-Opel-Magna: una lección de política industrial para México

Autor: Gerardo Reyes Guzmán
Publicación: La primera de Puebla, 4 de noviembre de 2009

La quiebra de la armadora GM el pasado junio, orilló a su filial Opel en Europa a enfrentar una situación de insolvencia que redundó en venta. En respuesta, el gobierno alemán otorgó a Opel un préstamo-rescate de 4.5 mil millones de euros, de los cuales la compañía ha recibido ya el 33%. En la adquisición de Opel hubo tres interesados: la armadora china Baic, el inversor RHJ International/Ripplewood y el consorcio austrocanadiense Magna en combinación con su socio ruso Sberbank. Finalmente, la operación compra-venta favoreció a dupla Magna-Sberbank y entra en vigor a partir de noviembre de 2009. Con ello surge New Opel, que se integra ahora como sigue: 55% Magna Internacional, lo cual a su vez se subdivide en 27.5% para el consorcio austrocanadiense Magna y 27,5% para su socio ruso Sberbank. Otro 10% recae en los trabajadores, quienes aportaron 265 millones de euros a través de sus salarios y el 35% restante lo conserva GM. Además, GM podrá nominar a 4 de los 8 directores que integran el nuevo consejo, recibirá regalías por cada auto vendido y tendrá la preferencia en la compra de acciones en caso de que alguno de los integrantes decida retirarse.La decisión de GM por vender su filial a Magna estuvo influenciada en gran parte por el gobierno alemán, quien a través de su generoso préstamo trató de asegurar la mayor parte de los puestos de trabajo de New Opel para los alemanes. 50 000 empleos estaban en juego repartidos en plantas ubicadas en España, Polonia, Gran Bretaña, Bélgica y Alemania. Con el triunfo de Magna, se aseguró la permanencia de las plantas alemanas en Rüsselheim, Bochum, Keiserslautern y Eisenach; por el contrario, las plantas de Antwerpen y Luton en Bélgica e Inglaterra respectivamente, enfrentan el cierre total de sus operaciones. 11000 empleos serán eliminados como medidas para sanear la empresa, mas de 4000 en plantas alemanas. Este número podría incrementarse en caso de no repuntar las ventas. New Opel piensa concentrarse en el mercado europeo con dos modelos: Insignia y Astra. El trato con GM contempló no exportar autos ni a los Estados Unidos, ni a Corea del Sur. En Canadá podrán participar hasta 2012 y en China después de 2015. No obstante, después del programa de deschatarrización, los pronósticos de venta en Europa no son los mejores, pero se tienen esperanzas en un repunte de las ventas en Rusia, en donde la armadora GAZ, productora del legendario Volga, jugará un papel preponderante. Además de los alemanes, los beneficiados del contrato fueron los polacos. Bajo el nuevo consorcio, su planta de Gliwice producirá 140 000 autos. Polonia se perfila como un lugar bastante competitivo, pues sus 2600 empleados perciben en promedio 850 euros al mes. En este contexto está también la planta de la armadora rusa GAZ en ciudad de Nishni-Nowgorod, en donde se espera producir 100 000 automóviles. El caso de GAZ es importante, pues la empresa dirigida por oligarca Oleg Deripaska, se encuentra al filo de la bancarrota. Enfrenta deudas y demandas jurídicas millonarias y de sus 40 000 trabajadores ya ha despedido a 10 000, cifra que podría incrementarse en 6 500 más. La empresa intentó mejorar su competitividad con la versión rusa del Sebring de Chrysler, denominándolo Volga Siber. En el proyecto se invirtieron 150 millones de dólares que incluyeron el traslado a Rusia de todo el proceso de automatización desde Michigan, EUA. Esperaban con ello vender 100 000 autos por año, pero con la presente crisis, intentan solo colocar 4000. A pesar de que el precio se redujo en 2000 euros para venderse en 11000 euros, los autos permanecen en el inventario. Los directivos atribuyen el fracaso no solo a la copia de un modelo relativamente atrasado (2001), sino a que el consumidor ruso asoció el nombre del auto como sinónimo de pobre calidad. En los años dorados de la Unión Soviética, GAZ producía vehículos de carga de diversos tipos, tanques y automóviles. El Volga fue conocido en su momento como el Mercedes ruso; Henry Ford comentó de él: “ya no es un tanque, pero tampoco un auto”. En la actualidad el Volga circula como auto favorito de los taxistas, pues repararlo es relativamente sencillo, ya que en 30 años, casi no tuvo cambios. La armadora ha sobrevivido solo gracias a la ayuda del estado, quien la ha apoyado a través de subvenciones y la compra de un número determinado de Minibuses para el servicio público. Sin embargo, su mantenimiento se vuelve cada vez más difícil, pues sus productos no pueden competir con las armadoras extranjeras. La actitud del gobierno alemán y del gobierno ruso, no obedece a las fuerzas del mercado y ha causado irritación en la Unión Europea. Se trata sin duda de una decisión política en donde resalta la importancia del empleo. Este acontecimiento enriquece sin duda el debate en torno a la política económica del estado mexicano, no solo como ejemplo a cómo enfrentar la crisis, sino a su compromiso por defender las fuentes de empleo.