lunes, noviembre 29, 2010

Una de las realidades, después de las fiestas del centenario

Autor:José Félix Victoriano Flores Guzmán
Publicado: Síntesis Tlaxcala, 25 de noviembre de 2010

     En una entrega anterior, ya me había referido a la celebrada “Independencia de México”, en esta ocasión el escrito versa sobre el Centenario de la Revolución, pero no desde el punto de vista histórico de la cronología de los hechos, para terminar cayendo en la discusión bizantina de ¿Quién?, ¿Dónde? y ¿Cuándo? Inició este movimiento o dividiendo a sus protagonistas en dos bandos antagónicos y repitiendo la versión de los vencedores, que en algunos casos ni formaron parte de esa lucha. No olvidemos un par de cosas, Porfirio Díaz dimite al cargo de Presidente de México apenas escasos meses después de haberse iniciado el levantamiento, que a la postre se transformará en una lucha por el  poder;  y segunda, que nadie esta tan bueno como se creé ni tan malo como lo pintan.
     Tecnológicamente hablando, durante el periodo conocido como Porfiriato se trató de modernizar al país mediante la inversión extranjera, privilegiando el desarrollo del ferrocarril, la industria minera, la petrolera y el telégrafo. Estos cuatro proyectos iban desarrollándose a la par, uno a otro se favorecía o incrementaba su interés.
Del tren podemos decir que  lo mismo sirvió para comunicar poblaciones y ampliar el comercio, que para transportar alzados y favorecer el proceso de la lucha armada y quizá por lo mismo el gobierno posrevolucionario se encargó de ir sepultando, para no facilitar un nuevo levantamiento. La industria minera y petrolera despertó el interés cada ves más ambicioso del capital extranjero, para acopiar las ganancias y repartir migajas.
     Hoy en día, el ferrocarril y el telégrafo, han sido prácticamente olvidados como medio masivo de comunicación, reducido uno al mero transporte de carga e involuntariamente de migrantes que arriesgan su vida, en busca del sueño americano, en vagones viejos y oxidados en su mayoría; con funcionarios haciendo su agosto al vender los rieles como fierro viejo y del otro medio mejor ni hablar. La explotación petrolera le fue arrebatada a las compañías extranjeras, con el argumento trillado de que el petróleo es de los mexicanos, pero no de cualquier mexicano, se refiere a los que tienen y ejercen el poder, tomando a PEMEX como su “caja chica” para despacharse con la cuchara grande; al fin que, el finado expresidente López Portillo alguna ves dijo “debemos aprender a administrar la riqueza” pero no aclaro si para bien del pueblo o del administrador en turno.
     No hemos sido capaces de implementar, ejecutar y hacer cumplir las leyes que obliguen a los funcionarios públicos a rendir de manera clara y transparente un informe del ejercicio de sus funciones ya sea a nivel legislativo, ejecutivo o judicial. A cien años del inicio de la revolución, la pregunta queda en el papel ¿Qué celebramos? 

LA INEVITABLE CONVERSACION

Autor: Javier Sánchez Díaz de Rivera
Publicado: Síntesis, 27 de noviembre de 2010  

    Nuestro contexto social se ha colapsado. Ciertamente estamos en una era de incertidumbre donde es difícil predecir cualquier cosa. Son muchas las cuestiones en juego en esta incertidumbre. Una de ellas  es por demás paradójica. Hoy hemos desarrollado una profunda conciencia de nuestra libertad personal y como nunca en la historia es  difícil eludir su peso. Es un resultado irreversible del individualismo moderno en una más de sus múltiples facetas. La libertad ganada, y ahí está la paradoja, nos deja más vulnerables y más a la intemperie que cuando vivíamos en el marco de concepciones pre-establecidas que se asumían sin pasar por la cruda conciencia de nuestra libertad.
     Por otro lado hoy más que nunca tenemos medios de comunicación nunca soñados y de los cuáles las redes sociales son de momento la máxima expresión. Podemos estar en relación con todo mundo desde cualquier lugar con tan solo tener una conexión a internet y un teléfono o una computadora. Desde ahí podemos explorar hasta los últimos rincones de la vida de los otros. Estamos expuestos a la opinión pública en todo momento, a la vista de todos. Se diluyen las fronteras entre lo privado y lo público. Estamos inevitablemente desnudos.
     En cierto modo las redes sociales en todas sus formas, Facebook, Twitter, Flickr, Myspace , los blogs, entre otras, nos están situando de un modo radical frente a los demás, a todos los demás, y a los demás frente a mi. Las redes sociales no son un nuevo vehículo para posicionar mensajes, para dar a conocer unidireccionalmente un propósito, una marca, una idea. Son más bien un lugar para conversar. Los cambios sociales en ciernes no se dan no por las nuevas tecnologías, sino por las nuevas actitudes y comportamientos que suscitan estas tecnologías. Estos comportamientos ya están ahí. Las redes sociales son un lugar para contactar con mis amigos, también un lugar para colaborar y más allá son un lugar para la acción concertada.
     Si bien hoy las fronteras entre lo privado y lo público se desvanecen, la cuestión no está en intentar insistentemente en escondernos, eso ya no parece posible. El punto está en entender la dinámica de esta comunicación. Las redes sociales son un nuevo espacio público sin precedentes. Todos estamos ahí aunque no lo queramos. Estamos ahí plantados y libres pero confrontados por la presencia inevitable de los demás, libres y perplejos. No podemos quedarnos callados, tampoco podemos ignorarlos. Tenemos que escuchar y responder, participar y atender.
     Es la gran oportunidad para colaborar y para crear nuevos modos de acción colectiva solidaria o bien  una nueva torre de Babel. Es la oportunidad de poner la propia libertad en contacto con los demás para enfrentar la incertidumbre, las vulnerabilidades, para urdir futuros comunes. Es la inevitable conversación.


Calidad de la Educación: La revolución pendiente.

Autor: Martín López Calva  datos del autor haz clikc aqui
Publicado: El Columnista, 24 de noviembre de 2010

     “La educación tendrá que fortalecer las actitudes y aptitudes que permitan superar los obstáculos enquistados en la dinámica social producidos por las estructuras burocráticas y las institucionalizaciones de las políticas unidimensionales”.[1]
      Este artículo no tiene como objetivo sumarse a la ola de desánimo nacional que se está convirtiendo en toda una cultura que frena cualquier valoración objetiva que nos permita avanzar como sociedad y como nación.
       De manera que no va a desarrollarse una reflexión partiendo de la afirmación falsa de que “en cien años desde la revolución mexicana el país no ha avanzado nada en materia educativa”.
       Es evidente que no estamos como en 1910. En materia educativa cualquier análisis objetivo, fundado en datos cuanti o cualitativos puede dar cuenta de todo lo que se ha crecido en abatimiento del analfabetismo, cobertura educativa, construcción de un currículo  educativo nacional para todos los niveles, existencia de instituciones formadoras de docentes,  crecimiento de la investigación educativa, esfuerzos por contar con materiales didácticos adecuados –los libros de texto gratuitos son un esfuerzo notable en este rubro- y más recientemente los proyectos para empezar a llevar las nuevas tecnologías para el aprendizaje a las escuelas y para establecer mecanismos nacionales transparentes de evaluación del rendimiento escolar, son algunos ejemplos de que sin duda sí se han hecho cosas como país en materia educativa desde la revolución mexicana hasta la fecha.
     Sin embargo también resulta evidente que el llamado “régimen de la revolución” construyó un sistema educativo desde la lógica corporativista, vertical, rígida y no democrática que está mostrando desde hace más de una década no ser operante para apoyar en la construcción del México del siglo XXI. Un sistema vertical desde el lado oficial en el que a pesar de lo declarado y normado hay una descentralización truncada y un control de las decisiones más relevantes en el nivel federal. Un sistema vertical también y corporativo en el ángulo sindical, en el que sin importar el nombre del (o la) líder del SNTE en turno, no existe democracia, transparencia ni rendición de cuentas a los trabajadores de la educación ni a la sociedad.
      Este sistema de arreglos corporativos, de “burocracia e institucionalizaciones unidimensionales” como dice Morin ya no resulta pertinente para los tiempos de complejidad y exigencias globales de calidad educativa que vive el mundo contemporáneo. Los resultados de todas las evaluaciones nacionales e internacionales lo demuestran. La sociedad reclama con cada vez mayor urgencia una radical transformación de este sistema para construir una “educación a la altura de nuestros tiempos”. Cito a continuación algunos ejemplos que coincidentemente sucedieron durante el transcurso de las dos semana pasadas en nuestro país y que convergen en este reclamo para realizar “la revolución pendiente”, la de la mejora progresiva pero seria y sistemática de la calidad educativa en nuestro país.
     El día 10 de noviembre en la Ibero Puebla se realizó el “Segundo foro de modelos y políticas educativas: Desafíos de la agenda educativa en México”. En este foro, la Dra. Margarita Zorrilla (Directora general del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación –INEE-) y el Dr. Carlos Muñoz Izquierdo (reconocido investigador del Instituto de Investigación para el Desarrollo de la Educación –INIDE- de la Ibero ciudad de México) coincidieron en sus conferencias al presentarnos un panorama en el que se muestra como, a pesar de que hay ciertos avances en las evaluaciones del aprendizaje de los estudiantes, estos avances son mucho mayores en el ámbito urbano y en los estados de mayor nivel socioeconómico y muy marginales en las zonas rurales e indígenas y en los estados más pobres del país. Es decir, el panorama muestra que la educación está tendiendo a ahondar la brecha entre los sectores favorecidos y los sectores marginados.
     La semana pasada la fundación “Mexicanos primero” presentó su informe “Brechas”, sobre la calidad educativa. En dicho informe se resalta -además de un cuestionamiento que matiza mucho la afirmación de que se ha abatido el problema de cobertura educativa en el país- que la Educación no está siendo el factor de movilidad social que debiera sino que por el contrario: “entre más pobre sea una familia, peor será la calidad de la educación que reciba”.
     Los días 15 y 16 de este mes –también la semana anterior- el INIDE de la Ibero ciudad de México realizó el “debate académico: Propuestas para la calidad educativa en México” en el que se puso a discusión el documento de recomendaciones de la OCDE para la mejora de la calidad educativa en México. En el documento que se discute se presentan quince recomendaciones que tienen que ver sin duda con la necesidad de replanteamiento de fondo del sistema educativo en sus reglas de funcionamiento.
     Las recomendaciones van principalmente en torno a la profesionalización docente, la acreditación de las instituciones formadoras de docentes, el establecimiento de estándares de calidad para la docencia, la apertura del proceso de asignación de plazas por concurso, el establecimiento de un sistema riguroso de evaluación docente y de un programa de formación permanente del profesorado, el desarrollo de estándares profesionales para la gestión escolar, la profesionalización de la selección y evaluación de los directivos escolares, la promoción de redes de colaboración entre escuelas, el incremento de la autonomía escolar y la promoción de la innovación, la reducción de la desigualdad en la distribución de recursos para las escuelas, el fortalecimiento de la participación social en la educación y la creación de un comité para la instrumentación de la propuesta.
     El día 20 de noviembre en la ciudad de Puebla se presentó una iniciativa que contiene en esencia el mismo diagnóstico y propone básicamente un replanteamiento del sistema educativo en las líneas de los ejemplos que se describen líneas arriba. “La coalición ciudadana por la Educación en Puebla”, conformada por varias organizaciones de la sociedad civil y en el marco de la “Coalición por la Educación” que está surgiendo a nivel nacional presentó un documento en el que se plantean cuatro grandes peticiones al gobernador electo del estado que van en la línea de esta democratización, transparencia y rendición de cuentas que plantean todos los analistas educativos como urgente para poder caminar hacia la mejora de la calidad educativa.
     Es tiempo de que la Educación promueva “las aptitudes y actitudes para superar los obstáculos enquistados en la dinámica social producidos por las estructuras burocráticas y las institucionalizaciones de las políticas unidimensionales. Es tiempo de sumarnos a la construcción de esta revolución pacífica pendiente para construir el país que queremos y merecemos.






[1] Morin, E., E. Roger y R. Motta.  (2006). Educar en la era planetaria. Barcelona. Ed. GEDISA. Primera reimpresión: p. 137







[1] Morin, E., E. Roger y R. Motta.  (2006). Educar en la era planetaria. Barcelona. Ed. GEDISA. Primera reimpresión: p. 137

lunes, noviembre 22, 2010

Con frío hasta los huesos

Autora: Celine Armente
Publicado: El Columnista, 17 de noviembre de 2010

     El frío cala; se siente en la calle y en las casas. El termómetro desciende a su punto más bajo poco antes de salir el sol, coincidiendo con la entrada a clases de cientos de miles de adolescentes.
     Por eso ahora, como cada año, periódicos y noticieros discuten el horario escolar de invierno. En un tironeo al que ya estamos habituados, los medios y las autoridades exigen y niegan, respectivamente, adelantar el horario invernal. Los medios dicen que hace un frío inusitado, presentan cifras y aducen que la ciudadanía teme por la salud de sus retoños; las autoridades señalan que hay una fecha programada, y que es posible aguantar un poco antes de quitar a los niños tiempo de clase. Porque el horario invernal consiste precisamente en eso: quienes asisten al turno matutino entran media hora más tarde, en tanto que los jóvenes del turno vespertino salen media hora antes.
     Es verdad: el frío cala hasta los huesos. Pero, ¿esta medida ayuda a todos? ¿Ayuda siquiera a algunos? Posiblemente no beneficie sino a unos cuantos; porque muchos, muchísimos, simplemente no pueden cambiar. Papás y mamás no cuentan con el privilegio de poder perder media hora de trabajo; y los niños, en consecuencia, deben salir de casa a la hora de siempre, y esperar a que las escuelas puedan atenderlos. Por tanto, más bien perjudica a muchos niños.
     Además, perder media hora de clase no beneficia a nadie. Aunque sufrir los fríos que azotan nuestra región perjudica, y bastante, a nuestros sufridos escolares.
     La medida emergente es necesaria, pero no soluciona ni una gota del mar de sinrazones en que parecen naufragar especialmente los adolescentes. Para cuando empieza el horario de invierno, los jovencitos de secundarias matutinas han pasado varios días, quizás semanas, sufriendo temperaturas que el cuerpo percibe como bajo cero. Los jóvenes del turno vespertino, por su parte, deben salir de la escuela totalmente a oscuras, y tendrán media hora menos de clase, en su ya de por sí condensado horario.
     El frío fisico y el horario escolar de invierno serían temas marginales, si no fuera porque descubren una verdad mucho más preocupante: que la educación en su conjunto está plagada de prácticas, decisiones y legislaciones escasamente centradas en el estudiante; y en ocasiones hasta contrarias a quienes se supone que deben servir.
     El problema no es privativo de nuestro país, aunque lo nuestro es grave. Aquí, particularmente en la secundaria, el estudiante con su biología y psicología, su geografía y su historia, su motivación y sus posibilidades reales de aprender no son el punto de partida de la educación.
     Veamos algunos ejemplos: ¿El adolescente necesita el periodo vacacional largo a mitad de verano? ¿Dónde, por qué, para qué? El joven inicia cada grado sin muchas de las competencias que el docente y el propio estudiante creían ya desarrolladas. Casi dos meses de vagancia suelen bastar para desbaratar el trabajo de meses previos. ¿Y qué sucede en esas semanas de vacaciones, si mamá y papá trabajan de tiempo completo? El lector quizás lo ha sufrido en carne propia.
     ¿El adolescente en pleno crecimiento se beneficia de entrar a clase a las siete de la mañana? Quizás en Izúcar y Acatlán; pero no en Puebla de Zaragoza, ni menos en Zaragoza, Puebla Las investigaciones en contra de esta práctica son apabullantes. ¿Se trata de forjar el carácter de los adolescentes? Es la única defensa posible para algo que quizás, alguna vez, tuvo sentido, pero hoy es sólo una costumbre que no puede tratar de legitimarse como estrategia intencional e incuestionable.
     Si se reconociera que los madrugones sólo sirven para forjar el carácter, se ganaría en honestidad. Pero en vez de ello la inercia, y la pereza para crear alternativas, se disfrazan de falsas razones, como que los estudiantes están más lúcidos y aprenden mejor tempranito. Este mito autoriza a quienes elaboran los horarios escolares, a colocar las asignaturas que requieren mayor esfuerzo y atención, precisamente a esa hora.
     ¡Por supuesto que es más cómodo enseñar álgebra y física a las siete de la mañana! Los estudiantes no están ni la mitad de alertas de lo que están dos horas más tarde. Y por supuesto que no es "cómodo" dar clases a jovencitos inquietos. Pero estar inquieto es signo de vitalidad; los adolescentes vivarachos están despiertos y alertas; tal como se debe estar para aprender. El reto del profesor es encauzar la energía juvenil, no predicar a un salón de somnolientos y sonámbulos.
     La fragmentación del horario escolar tampoco está pensada en función del estudiante. Los temas se tratan superficialmente; no se relacionan; y, aunque no se pretenda, se termina por memorizar solamente; ¿qué más puede lograrse con tan pocos periodos y tan breves? Manejar tal complejidad es desquiciante. ¿Qué adulto toleraría tener ocho, diez o doce jefes distintos? Cada uno con demandas y exigencias diferentes. Eso es lo que debe enfrentar cada semana la joven de catorce años en su escuela secundaria.
     Además, el mobiliario escolar y la estructura de las aulas tampoco responden a la persona del estudiante. Están pensados en función del docente. Una vez que concluye preescolar, desde primaria a posgrado, el estudiante promedio transita por aulas centradas en el profesor; no en el estudiante y su aprendizaje.
     ¿Y el currículo? Tampoco parece regido por las necesidades, psicología e intereses de los adolescentes. Ni las ciencias ni la lengua, ni las matemáticas ni las artes se enseñarían, se dosificarían y promoverían como hoy se hace, si primordialmente se tomara en cuenta a los jovencitos de doce a catorce años que las sufren.
     Estas razones bastan para explicar las altísimas tasas de deserción, precisamente en el nivel de secundaria. Si el estudiante empieza su día semidormido, enfrenta un frío agresivo, y es reprendido por no entender ni atender temas ajenos a sus temores y pasiones, terminará dejando la escuela.
     Esta fría realidad sí cala hasta los huesos. Duele, como duelen los recién descubiertos jóvenes que ni estudian ni trabajan. Los cientos de miles de mexicanos sin horizontes, contados por el INEGI, que se convertirán antes que nos demos cuenta, en los millones que calculó el doctor Narro. Y no hay previsiones para revertir la tendencia.
     Este sí es un frío futuro para nuestro país; un frío amanecer sin esperanza.
     ¿Qué pasará con el transcurso de los años? Es de prever que estos mismísimos jóvenes, llegado el momento, se vengarán de las malas decisiones con las que tanto los fastidiamos en su adolescencia. Y al no poder obligarnos a pagar la factura, harán que las siguientes generaciones vivan experiencias igualmente absurdas; y así se perpetuarán las condiciones inhóspitas de la escuela secundaria? ¿Vamos a esperar a que un meteorito, una crisis energética o un virus letal anuncien la consumación de los siglos, y con ella el fin de las prácticas educativas contrarias a la naturaleza de los adolescentes? Porque si así fuera, entonces sí, nadie se librará del frío.





ESTE 25 DE NOVIEMBRE ¡ATENCIÓN!

Autora: Anahí Espíndola Pérez
Publicado: E-consulta, 16 de noviembre de 2010

     El marco ético jurídico de los derechos humanos en defensa de las mujeres
     El 25 de noviembre se conmemora el "Día internacional contra la violencia hacía las mujeres", los noticieros le inundarán con información sobre este grave problema. Le recomendamos que usted preste atención a las notas en dos sentidos: 1) el tratamiento que los periodistas dan a las mujeres que sufren de violencia; y 2) si la información contenida le permite saber si la respuesta del Estado, en sus distintos órdenes de gobierno, ha sido eficiente para enfrentar el problema.
     Con respecto al tratamiento de las mujeres en las notas, le anticipamos que muchas de ellas terminan por culpabilizar a quienes sufren violencia y a favorecer la impunidad de los hombres que la ejercen. Con frecuencia, verá que las notas inician mencionando lo extendido del problema en nuestro país y lo indignante que es. Sin embargo, conforme se narren casos particulares, aparecerán frases similares a: "ella aguantó muchos años hasta que...", "con frecuencia era golpeada y ella no hacía nada por temor"; "cuando por fin tuvo el valor de denunciar..."
     Aunque contengan o provengan de la propia voz mujeres que narran su experiencia, estas frases confunden porque dan la idea de un peso muy grande de voluntad o aceptación de las mujeres para recibir la violencia y para frenarla. En contraste, se menciona poco la actuación del hombre violento ¿Cuántos de ellos recuerda que aparezcan en reportajes anteriores contando su experiencia de control sobre su pareja?
     Se ha documentado que para obtener el control de manera violenta hay un proceso que dura muchos años y va aumentando en intensidad con el tiempo. Inicia con insultos y humillaciones, pasa al aislamiento de la pareja (que se aleja de amigos y familiares) hasta llegar a los golpes o heridas con armas (o la muerte).
     Por lo tanto, la violencia se ejerce contra la voluntad del otro. Es un acto dirigido por quien ejerce la violencia, no por quien la recibe. Por eso la definición en la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia del Estado de Puebla (2007) contiene las sentencias: "el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar, o agredir" "ejercida por cualquier persona que tenga o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad..." (subrayado nuestro).
     Difícilmente una persona que sufre violencia tendrá consciencia clara del sometimiento de su voluntad, pero sí tendrá bastante culpa: si sufre todavía de violencia por haberla "provocado"; si está en proceso de recuperación por "no darse cuenta". Entonces cuando uno sólo ve la posición de quien la sufrió, y no le han informado adecuadamente del tema, será fácil que acepte la visión del sometido y que lo juzgue.
     Precisamente, la intervención para víctimas de violencia inicia por hacer consciente a las mujeres de la violencia que están viviendo y de liberarlas de la culpa por haberla sufrido Al contrario de los programas dirigidos a hombres violentos, cuyo principio es lograr hacerlos responsables de la violencia que ejercen y de sus consecuencias. De eso se deberían tratar las campañas de prevención: de saber identificar la violencia y de reconocer que posición jugamos frente a ella en nuestro entorno ¿La sufrimos? ¿La ejercemos? ¿Cómo ayudarnos en ambos casos?
     Juzgar y culpabilizar a la víctima por su situación de violencia, a menudo no sólo se limita al hecho de señalarla por no salir de su situación, sino que se extiende a la condena por las actitudes de su pasado que la llevaron a vivir con un hombre violento. La "transferencia de responsabilidades a la víctima", es el término adecuado para describir todo este fenómeno y es una práctica común entre la comunidad, en proporción directa a nuestra desinformación con respecto al tema de violencia.
     Empero tiene consecuencias enormes cuando la practican autoridades y operadores de programas, quienes con frecuencia declaran frases como estas: "Las mujeres se exponen debido a que no se cuidan"; "La violencia es un acto permitido por algunas mujeres que no cuentan con información o educación"; "Cuántas mujeres que son víctimas de violencia no saben que es un delito"; "El sistema funciona, las leyes funcionan, el problema es que la gente no sabe utilizarlos"; "La mujer que es víctima de la violencia no cree en las instituciones y opta por no denunciar".
     Todas las mujeres tenemos el derecho a vivir una vida libre de violencia. El Estado es responsable de vigilar, defender y proteger los derechos humanos. En el caso de la violencia masculina contra las mujeres, está obligado a combatirla impulsando todas las medidas necesarias para garantizar la dignidad, el absoluto control y la libertad sobre sus vidas y sus cuerpos. Por lo mismo, la actuación del Estado se evalúa no en términos únicamente del fenómeno (si suben o bajan las mujeres violentadas) sino en los instrumentos jurídicos y de política pública efectivamente impulsados para educar a la comunidad, castigar a quienes ejercen violencia, defender a quienes la reciben, etc.
     ¡Cuidado! Cuando cargamos la culpa de la violencia a las propias mujeres que la sufren, favorecemos su aislamiento y la impunidad de quienes la ejercen, normalmente hombres. Este 25 de noviembre, usted cuestione: ¿Se trata adecuadamente a las mujeres que sufren violencia? Los actos conmemorativos del gobierno ¿son actos a favor de los derechos humanos o se quedan en conmemorativos?

     El marco ético jurídico de los derechos humanos en defensa de las mujeres.
    

LA POLÍTICA PÚBLICA EDUCATIVA Y LA TRANSFERENCIA DE CONOCIENTO

Autora: Ma. Isabel Royo Sorrosal
Publicado: Síntesis, 15 de noviembre de 2010

     A inicios del mes de noviembre, el reconocido académico emérito de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, Carlos Muñoz Izquierdo, presentó, en la institución homónima de Puebla, el libro titulado La investigación educativa, un horizonte abierto.    
     Esta publicación recoge informes de investigación, recensiones de tesis, así como una entrevista y conferencia sobre práctica profesional y sobre el conocimiento en el campo de la educación. Después de glosar la importancia de este  trabajo realizado por un conjunto de académicos de diferentes instituciones educativas de la entidad poblana, señaló su deseable influencia positiva sobre  las políticas públicas que lleven a la mejora de la educación impartida en el Estado.
     Es imprescindible el avance de la investigación educativa “hasta alcanzar la madurez necesaria para repercutir en las políticas públicas relacionadas con la educación”. Con el deseo de aportar su granito de arena, Carlos Muñoz desarrolló algunas consideraciones sobre la transferencia del conocimiento al ámbito de las políticas públicas.
     En un inicio los especialistas de planeación educativa afirmaban que al incluir en un proyecto de investigación ciertos  de elementos, inmediatamente se podía modificar la política pública. Esto ocurriría, por ejemplo, con la presencia de cuatro componentes como: la producción de conocimientos disciplinares; el diseño de políticas; el desarrollo de métodos, sistemas y tecnologías educativas; así como el impacto sobre el comportamiento de los agentes educativos. Pero  la realidad nos ha mostrado que la sola acumulación de factores no origina cambios.
     La transferencia del conocimiento a la política pública educativa requiere, además de la validez científica de los conocimientos, la convergencia de motivaciones y valores de los investigadores y de los tomadores de decisiones, asegurando también el apoyo político efectivo de éstos a la investigación. En resumen, en estos momentos próximos al inicio del nuevo ejecutivo en la entidad poblana, políticos e investigadores deben recordar que   la concordancia de intereses en beneficio de la mejora educativa y el sustento político firme a la investigación son imprescindibles para el aprovechamiento de los saberes en el gobierno lúcido y pertinente de la educación.

Ciudad mal hecha

Autor:Alexis Vera
Publicado:  Puebla on line, 13 de noviembre de 2010

     El Centro Histórico de Puebla Capital es muy bonito (al menos una buena parte de él), pero fuera de su cuadro principal, ¿hay algo más que sea bonito en la ciudad? Yo creo que casi nada. De poco nos podemos enorgullecer los poblanos cuando se trata de belleza urbana.
     Hay anuncios ‘espectaculares’ por todos lados sin el mínimo ordenamiento y sentido de estética. La ciudad a veces parece un mercado popular mal organizado con letreros de oferta en cada puesto. Además, en todos lados hay comercios que rotulan sus fachadas como pueden, sin ninguna norma que permita afear un poco menos la ciudad. A esto le podemos sumar el toque fino de los cables de luz, teléfono y televisión que cuelgan por las calles como en los más tristes y menos célebres poblados de cualquier país tercermundista.
     Las casas y edificios se construyen como sea, sin observar ninguna norma que dé la más mínima y elemental simetría y homogeneidad a las construcciones (sólo algunos fraccionamientos cerrados observan ciertas normas). Cada quien construye lo que quiere (comercio o vivienda) y como puede, por eso tenemos –fuera  del Centro Histórico- una ciudad tan poco inspiradora; porque no todos los que hacen casas y comercios tienen idea de cómo hacer ciudad; ni siquiera siguen las precarias regulaciones municipales que existen en la materia y que harían un poco menos fea la cosa.
     Una ciudad mejor desarrollada urbanísticamente nos beneficiaría a todos porque mejoraría nuestra calidad de vida. Imaginemos una Puebla donde las banquetas son amplias y amigables a los discapacitados y padres con carriola. Unas calles sin cables colgando por todos lados donde además hay botes de basura que no se desbordan apestando los alrededores. Calles sin hoyos, baches y topes; claramente pintadas para los automovilistas. ¿Cómo se viviría en una Puebla con más y mejores parques? Parques donde de veras den ganas de salir a leer un buen libro, a platicar con los amigos, a caminar con el perro, a jugar con los hijos…
     Hace un par de años un buen urbanista poblano me decía que en Puebla Capital estamos haciendo vivienda, pero no estamos haciendo ciudad. Me parece que tiene toda la razón. Las empresas desarrolladoras de vivienda -y nuestros ayuntamientos- están verdaderamente destruyendo la ciudad. Hacen casas por todos lados sin sentido pero, además, las hacen generalmente con el criterio único de maximizar ganancias, no tanto como para que la gente –todos- vivamos mejor. Los grandes maestros de la vivienda socialmente irresponsable son empresas como Casas Ara y Casas Geo porque hacen viviendas tan diminutas que a nadie se le antoja pasar la vida ahí dentro. Una gran parte de sus habitantes prefiere hacer su vida fuera de casa y, como en el resto de la ciudad no hay muchos lugares muy agradables para estar, entonces se la viven en los centros comerciales gastando el dinero que no tienen, para comprar lo que no necesitan y aparentar lo que no son.
     Los desarrolladores inmobiliarios contemporáneos hacen casas como si se tratase de gallineros o caballerizas: todas en filita, una juntita a la otra (a veces separadas sólo por un muro compartido), con muy poca distancia respecto a la vivienda de enfrente (reduciendo la privacidad al mínimo); sin espacio suficiente para áreas verdes y banquetas donde al menos dos personas puedan caminar sin sobresaltos; con calles tan angostas que cuando a alguien se le ocurre organizar una fiesta en casa, nadie puede estacionarse sin bloquear ya sea la calle o la entrada de algún vecino.
     Estos desarrolladores inmobiliarios improvisados, sin profesionalismo ni responsabilidad social, coludidos con unas autoridades locales corruptas e igualmente irresponsables, están convirtiendo nuestra ciudad en un conglomerado de cajas de huevo, no en un espacio donde sus ciudadanos puedan tener una experiencia urbana estética, enaltecedora e inspiradora como la que se vive en las mejores ciudades de América Latina –por no compararnos con países ya bien desarrollados como Francia o España-. Para muestra un botón: echemos un vistazo a la construcción en los alrededores del Periférico Ecológico; nada ahí tiene orden y sentido urbano, todo está hecho para que a la gente que por ahí vive no le den ganas de salir de casa a caminar por los alrededores (como sería en los países más civilizados) sino de salir en coche –o autobús- al centro comercial más cercano.     
Hasta las casas más bonitas de esa zona están rodeadas de fealdad urbana, incrustadas en una ciudad próxima que no existe; alrededor sólo hay caminos mal trazados para entrar y salir de ahí.

Las propuestas de cambio curricular en las IES

Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: Puebla on line,  noviembre de 2010

     Las Instituciones de Educación Superior (IES) se están enfrentando actualmente a una serie de factores cambiantes provocados por el neoliberalismo y la globalización. Estos fenómenos han determinado las formas de vida actual centrada en la competencia inhumana del mercado. González Casanova afirma que: “la globalización es un proceso de dominación y apropiación del mundo. Dominación tanto de estados como de mercados, de sociedades como de pueblos, que se ejerce en términos político-militares, financiero-tecnológico y socio-culturales”.
     México no ha escapado a la condición social que el mercado ha impuesto; por lo tanto las IES del país están contaminadas de este fenómeno. Ésta no tiene necesariamente un enfoque negativo, pues el fenómeno de la globalización ha sido elemento de reflexión en las IES para buscar formas de enfrentarlo, tratando de colaborar en la construcción de sociedades más democráticas.
     Esto se ve reflejado principalmente en nuevas formas de enfrentar la formación de los profesionales que puedan insertarse de mejor manera en el mundo laboral, cada vez más competitivo. Por lo tanto las IES se han involucrado en la construcción de proyectos curriculares que promuevan el desarrollo de competencias en los alumnos que además de permitirles generar una conciencia social sobre el mundo en el que les ha tocado vivir y sobre sí mismos, tengan los conocimientos suficientes para insertarse en el mercado laboral, haciendo currículos más flexibles.
     Las nuevas propuestas curriculares deben estar centradas en el desempeño del alumnado, que desarrollen la capacidad de aprender a aprender y de ser cada vez más autónomos. Frigotto dice al respecto: “lo que se espera del profesional del año dos mil, convergen en las siguientes características: flexibilidad, versatilidad, liderazgo, principios de moral, orientación global, toma de decisión, comunicación, habilidad para discernir, equilibrio físico y emocional”.
     Las nuevas tendencias curriculares buscan incluir muchas de estas características para responder a las necesidades de la formación de profesionales. Sin embargo, resulta que no se ha explorado suficientemente cómo llevar a cabo un diseño e implementación de programas curriculares que no sólo impliquen la formación estrictamente académica de los universitarios, sino que además involucre el desarrollo de dichas competencias.
     Tampoco hay elementos para diseñar y trabajar con la modalidad de propuestas curriculares flexibles, aunque existe cierta claridad de que esto implica un reordenamiento administrativo de la institución, así como una nueva forma de concebir la educación por parte de los académicos. Lo que implica la formación del profesorado.
     Además considerando que la parte fuerte de muchas de estas instituciones es la docencia, debido a que no tienen recursos para la investigación y la difusión de la cultura, hacen grandes esfuerzos por ofrecer programas académicos de calidad, siendo promotores de nuevas estrategias docentes e incursionando en la implementación de propuestas curriculares innovadoras.
     Hay mayor preocupación de parte de las autoridades por el diseño y  la planeación de las propuestas, pero no así por la implementación, sin tomar en cuenta aspectos de la gestión que se vuelven necesarios para la operación de las mismas. Del mismo modo hay una separación entre los aspectos educativos y la gestión dentro de las instituciones educativas, lo que ocasiona una serie de conflictos, que agrandan la brecha, perjudicando los procesos académicos y la innovación educativa en esta época en donde el cambio es una característica, pues la gestión no corresponde con las intencionalidades educativas
Por otro lado la sociología no se ha ocupado suficientemente de los asuntos de la gestión dentro de la organización escolar, según Ball, por las características que presentan este tipo de organizaciones, como el hecho de que al mismo tiempo que son jerárquicas, están controladas por sus miembros y son comunidades profesionales por lo que albergan estrategias de control diversas y contradictorias, complejizando los asuntos relativos a la gestión.
     Igualmente Furlán dice que los actores, así como diversos aspectos de la institución escolar no trabajan en función de la propuesta de cambio. Asegura que los intereses y comportamientos de los diversos sujetos entre los que se incluyen administradores, directores, alumnos y docentes, lejos de converger en función de la innovación ocasionan conflictos de muy variados tipos.
     Entonces se considera que debe desarrollarse una línea de investigación en donde haya una relación entre los estilos de gestión, los proyectos y las prácticas curriculares principalmente, aunque pueden incluirse otras propuestas innovadoras que impliquen cambios realmente significativos en la organización escolar que respondan a las necesidades sociales que este mundo postmodernos nos ha impuesto.

jueves, noviembre 11, 2010

Hacer comunidad en tiempos de individualismo

Autor: José Vicente Hurtado Herrera
Publicado: e-consulta, 11 de noviembre

 "El individualismo en uno de los símbolos de nuestro tiempo" (Guinsberg, 2004)
 "/.../ el ideal moderno de subordinación de lo individual a las reglas racionales colectivas ha sido pulverizado, el proceso de personalización ha promovido y encarnado masivamente un valor fundamental, el de la realización personal /.../" (Lypovetsky, 1988)
     Diversos autores reflexionan sobre el imperante individualismo que vivimos en nuestra sociedad, el cual se manifiesta de diversas maneras, una de ellas en el ideal de la realización personal; ideal dominante particularmente entre los jóvenes universitarios, donde la gran finalidad al estudiar una carrera es el éxito, la felicidad, la realización individual.
     El individualismo lo hemos transpirado desde pequeños, desde los discursos que escuchamos en la escuela, en la familia, en los medios de comunicación. Un discurso que también se favorece desde la política del estado, a quien no le interesa del todo la organización ciudadana, sólo en aquellos momentos en que requiere que los ciudadanos sean solidarios ante las desgracias que se viven en el país; de la misma manera, no podemos olvidar el interés del mercado por generar masas de individuos consumidores.
     Se hace comunidad cuando un grupo comparte intereses en común, los cuales son acordados e incluso modificados por la colectividad. Además, para hacer posible la convivencia y crecimiento como comunidad son necesarias algunas actitudes como el respeto, la tolerancia, la disposición de escucha, la capacidad de externar puntos de vista, así como sobreponer el beneficio del grupo sobre el beneficio personal.
     En este sentido la posibilidad de favorecer una conciencia comunitaria, de generar experiencias donde se viva la comunidad, resulta contrario al discurso dominante, contraste con una cultura individualista.
     Pero ¿cómo generar ambientes comunitarios? ¿cómo promover dicha conciencia? ¿cómo hacer experiencia de lo comunitario en circunstancias sociohistóricas que enaltecen el individualismo? ¿cómo superar el discurso y presentar experiencias reales de vida comunitaria?
     Es una responsabilidad que como sociedad debemos asumir, que podemos promover en diferentes ámbitos de nuestra vida: en la experiencia de familia, en la colonia o barrio, en la escuela, en la iglesia, en el equipo deportivo, en el grupo de interés, es decir, trabajar a fin de que las experiencias grupales maduren hacia una experiencia comunitaria.
     Desde el contexto educativo, en
La Ibero se están ofreciendo espacios en donde se favorece la generación de comunidades de jóvenes universitarios, integradas por alumnos que en su mayoría no se conocen y sin embargo se les anima a progresivamente ir encontrando motivos que los unan.
     Es interesante constatar que los jóvenes que inicialmente muestran cierta resistencia, poco a poco van descubriendo las bondades de la experiencia comunitaria: la posibilidad de compartir las propias inquietudes, de ser escuchado atenta y respetuosamente, de ir enriqueciéndose con lo que otros comparten, de mostrarse más auténticamente, de reconocerse con aciertos y errores, de saberse apoyados, de experimentar el sentido de pertenencia y de corresponsabilidad.
     Lo anterior tiene un gran impacto en los participantes, particularmente porque son experiencias que contrastan con lo que viven a diario: familias fragmentadas, en crisis; relaciones con amigos que se sustenta en la apariencia, en el interés, en la desconfianza; una educación que se despersonaliza y que se preocupa sólo por la colegiatura; una ciudad, un país en donde se respira una gran inseguridad. Frente a estos escenarios, hacer esfuerzos por generar incipientes experiencias de lo comunitario, sin duda que impacta, que sorprende, y además alimenta la esperanza.
     En el mismo tenor, en la Preparatoria Ibero Puebla, se ha venido trabajando con todos los grupos para ir generando comunidades que construyan conocimiento. Al evaluar dicha intencionalidad educativa, se ha constatado que es necesario cuestionar a los grupos a fin de que se pregunten en qué medida son una comunidad, que características están presentes en su dinámica cotidiana y cuáles no. El proceso ha sido interesante, se han evidenciado actitudes y discursos que hablan de práctica de intolerancia, de imposición de la ley del más fuerte, de establecimiento de "chivos expiatorios", de intenciones de venganza, de necesidad de humillar para divertirse, etc. todo ello velado y justificado por la natural alegría juvenil. Cuestionar estas prácticas ha generado incomodidad en los grupos, acaloradas discusiones, incluso resistencias ("no podemos cambiar").
     Hacer comunidad en tiempos de individualismo, es la posibilidad de ir colaborando en cuestionar la cultura, las prácticas dominantes, lo ya establecido, y generar alternativas que nos permitan revalorar la riqueza de la coexistencia con otros, así como una forma de responder a los retos que como humanidad tenemos.

Un diez para la Licenciatura en Procesos Educativos de la UIA-P

Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: El Columnista, 10 de noviembre de 2010

     Hace unos días escribí un artículo en el que mencionaba que la formación inicial de los profesores de educación básica tiene que cambiar si queremos que mejoren los resultados de las pruebas de evaluación como Enlace o Pisa y si queremos aparecer en los primeros lugares del ranking internacional en este rubro.
     En ese mismo artículo mencionaba, que desde mi óptica, las escuelas Normales ya han cumplido con un ciclo y que es necesario que empiecen a pasar la estafeta a las universidades que en los últimos años ya han estado formando especialistas en educación y que se están insertando de en el campo educativo en diversas modalidades, menos como docentes de escuelas públicas. Haciendo responsable de los reprobables resultados de la prueba Enlace a la SEP y al SNTE; pues la primera instancia es la responsable de la formación inicial de los profesores y la segunda es quien contrata, siempre dejando de lado a egresados de universidades u otras Instituciones de Educación Superior (IES).
     Todavía estas ideas me revoloteaban en la cabeza, pensando si había exagerado con mis comentarios o no, cuando fui invitada por las alumnas de la mesa directiva del Consejo Estudiantil de Representantes de la Licenciatura en Procesos Educativos de la
Universidad Iberoamericana Puebla (UIA-P) a observar el Foro de Egresados que habían organizado con motivo de los XV años de la ya mencionada Licenciatura. Asistí a este evento más por solidaridad con las organizadoras pues ahora son mis alumnas.
     El evento fue una gran sorpresa tras otra… cuando entre en el salón donde se llevaba a cabo el foro, éste ya había iniciado y hablaba con gran soltura una de las egresadas y explicaba al público asistente cómo había sido su vida laboral desde que había dejado la universidad hace ya, más de un lustro, lo que le había dejado la universidad, los temores que enfrentó cuando inició esta fase de su vida, la manera en que fue enfrentando sus retos, cómo se sentía ahora que habían pasado algunos años, etc. Así fueron hablando todas las egresadas (esta es una carrera altamente femenina), en total seis y mi mente iba registrando con gran entusiasmo lo que observaba y escuchaba de estas ex alumnas.
     En estos discursos hubo muchos denominadores comunes, de los que mencionaré aquellos que me parecieron más significativos, por ejemplo, todas dijeron que cuando egresaron de la Licenciatura en Educación (posteriormente cambió su nombre a Procesos Educativos), no tenían suficiente claridad de qué habían aprendido y en qué podían desempeñarse, sin embargo decidieron aventurarse en la búsqueda de empleo y poco a poco fueron dándose cuenta que eran capaces de trabajar en muchas y diferentes funciones, todas relacionadas con el campo de la educación; hubo quien dijo que había trabajado en el área de orientación educativa en la UDLAP, o quien mencionó haber trabajado en organizaciones sociales en procesos de educación no formal, también hay quien se ha desempeñado como pedagoga en el Benavente apoyando los procesos de enseñanza de los profesores y de aprendizaje de los alumnos, además está quien se dedica a la investigación en educación o a la evaluación de los procesos educativos, entre otras muchas.
     También había una alta coincidencia entre los comentarios de las egresadas, al mencionar que habían aprendido a aprender en la
UIA-P y que esto se debía a la calidad de sus profesores y a la manera en que habían trabajado a lo largo de la carrera, así que fueron observando que no necesitaban saber muchas cosas, sino ser capaces de identificar dónde se puede encontrar la información que requerían para resolver aquello que les había sido solicitado y habían sido creativas para su solución o bien habían constituido equipos o estrategias que les permitieran a sus superiores resolver un aspecto determinado.
     Igualmente reconocían que se sentían en la capacidad de entrarle a cualquier reto que estuviera en la línea de lo educativo y que dadas las formas en que habían respondido a sus superiores habían podido escalar a otros puestos u otras funciones, presentándoseles nuevas oportunidad de conocimiento profundo y crecimiento, considerando que la educación o los procesos educativos es una profesión en donde nunca falta el trabajo. Así que entendían porqué en la Licenciatura se les había dado un poco de todo, así como las razones por las cuales sus profesores les habían solicitado que escribieran bien, en la forma y en el fondo, que supieran indagar y localizar la información, que encontraran los elementos para discriminar buenas fuentes de otras que no lo son tanto, además de aprender a comunicar de forma coherente sus ideas, sin dejar de mencionar que habían aprendido a ser críticas frente al mundo en el que viven y en el que es necesario pesar propositivamente.
     Otro común, aunque ya se ha mencionado se reitera, es que se mostraban agradecidas con la formación recibida y sabían que gracias a ésta habían adquirido y desarrollado competencias que les permitían ahora ubicarse, desarrollarse y responder asertivamente en el mundo laboral. Mencionaban los nombres de sus profesores y de las coordinadoras que de alguna manera favorecieron estos esquemas.
     Fue entonces que corroboré lo que había escrito con anterioridad, estas egresadas que no se formaron en escuelas Normales sino en una IES estaban respondiendo en diversos campos de la educación con un alto nivel profesional, dejando huella de lo aprendido y desarrollado en su paso por la universidad.
     Así que tengo dos reflexiones finales y una felicitación extensa. La primera reflexión es que seguiré insistiendo en que es necesario cambiar los esquemas de formación inicial de los profesores de educación básica hacia uno más profesional y menos técnico, pues para muestra basta un botón. La segunda reflexión me llevó al pasado cuando recordé un texto de Ángel Díaz Barriga que leí hace ya más de quince años, razón por la cual no encontré la referencia, y que mencionaba que un profesor no ve lo que ha logrado en sus alumnos hasta muchos años después cuando estos conocimientos, habilidades y actitudes han madurado en el interior de cada unos de los sujetos que han pasado por nuestras aulas; estas egresadas me movieron este recuerdo confirmando que este autor tenía razón y confirmando la esperanza de que tarde o temprano nuestros estudiantes alcanzarán las mentas que ahora estamos fijando.
     La felicitación es para la Licenciatura en Procesos Educativos o de Educación de la
UIA-P y le asigno un diez de calificación por la calidad de los profesionales de la educación que está dejando a la sociedad, al felicitar a esta licenciatura me refiero a las personas que en este programa trabajan, primero mencionaré a las coordinadoras que en estos quince años se han hecho responsables de este programa como la Lic. Alejandra Lozano, la Dra. Magdalena Lorandi, la Mtra. Diana Vinay, la Mtra. Alejandra Díaz, la Dra. Celine Armenta y ahora de manera interina la Lic. Nora Guajardo; todas ellas se han dedicado al programa y a sus estudiantes con verdadera vocación.
     Profesores como el Dr. Martín López Calva, la Mtra. Tita Iza Villa, la Dra. Esther Cadena, la Mtra. Isolda no se qué, el Dr. Miguel Ángel López Carrasco, la Mtra. Sofía Ordeñana, entre muchos otros que han estado poniendo su granito de arena con verdadero ahínco a lo largo de estos años en la formación de estos jóvenes.
     Del mismo modo felicitó a todos los alumnos y egresados que han transitado por esta Licenciatura y que han dado muestra de compromiso, vocación y capacidad para involucrarse en el mundo de la educación haciendo evidente que es momento de formar profesionales de la educación competentes para responder a diversos retos, si queremos mejorar la calidad de los procesos educativos en México.

martes, noviembre 09, 2010

Lecciones político-ciudadanas

Autor: Raúl Rodríguez Cruz
Publicado: La Primera de Puebla, 08 de noviembre de 2010

     Ampliamente variados han sido los clamores respecto del quehacer ciudadano en nuestro país, más no eficientes han sido las expresiones y manifestaciones de dicho quehacer. Entre los comentarios frecuentes de cualquier individuo como de especialistas en Ciencias Sociales encontramos un lugar común, existe una gran decepción, desencanto, desilusión, desconfianza de los ciudadanos a la Política y los políticos en nuestro país, y en no pocos países del mundo, pero consideremos lo que nos atañe como mexicanos. Recurrente es la queja del comportamiento incongruente e irresponsable de los hombres de la política, en tanto prometen y no cumplen, en tanto abusan de su poder sea para su beneficio personal o para beneficiar a quienes creen pertinente, para excluir a los que piensan diferente, entre otras cosas más. Lo cierto es que, otro lugar común, es hablar del hartazgo que tenemos frente a dichos abusos, pero no se ha traducido en mejores prácticas de parte de los políticos hacia nosotros que los colocamos para que sean temporalmente nuestros empleados, ya que su labor es buscar la manera, los medios, los recursos para satisfacernos en nuestras necesidades, intereses y problemas públicos, aquellos que nos son comunes. Entre las respuestas o explicaciones más insistentes se encuentra que el presupuesto, el dinero, no es suficiente, cuando en realidad y como complemento sustantivo existe una impericia para transformar el dinero en recursos que resuelvan nuestros problemas, en otras palabras existe incapacidad de gestión. Justo eso es lo que ha llevado a los vecinos del país del norte a votar por el partido contrario al del presidente Barack Obama, no por el hecho de que el mandatario no quiera cumplir lo que ofreció en campaña, sino por que no es sencillo y hacen falta talentos para sacar adelante al país del que emanó la crisis económica mundial. Lo relevante es que los ciudadanos muestran su inconformidad a la primera oportunidad que tienen, y hacen sentir que el control sobre los políticos lo tienen los ciudadanos y no a la inversa. Le hacen recordar a su mandatario, ya que el mandante es el pueblo, que se encuentra donde está para servir y resolver, de ahí que el mensaje además de claro sea contundente, o nos atiendes y resuelves nuestras necesidades o tú y tu partido se van a descansar cuatro años… Regresemos a México, ¿por qué a nosotros nos cuesta tanto trabajo tomar la iniciativa y ejercer el derecho que tenemos para reclamar a los políticos por lo que no han hecho o por lo que han hecho incorrecta e incompletamente? Existen quienes dicen que es por que somos más tolerantes y pacientes para tener como tangibles los hechos, otros más se aferran a la desilusión en la política. Lo que es un hecho irrefutable es que entre más tarde actuemos para limitar y controlar a los políticos más se profundizará nuestra decepción y frustración, dando así más margen de maniobra a los políticos para que hagan de las suyas que las que hagan a nuestro favor. Por si a alguien no le ha quedado claro no le duele más a un político que no gozar de su fuero, de sus grandes sueldos, de la parafernalia del poder y de todo lo ello trae consigo. Entonces ¿Por qué le seguimos dando la oportunidad de contar con los recursos para hacernos de lado y que hagan lo que quieren, más no lo que deben, para nosotros? Una respuesta posible es que el temor al poder es grande, como grande es el conformismo sustentado en dicho temor, manifestado en “mejor poco y a cuenta gotas que nada”. De ello se valen los políticos por que se saben sin límites, sin acciones articuladas y concretas de la sociedad, por que saben que basta con comprar nuestro voto con despensas y promesas sin sustento ni factibilidad, lo cual es barato, muy barato para ellos. Por que lo caro no es realizar las acciones apropiadas, lo caro sería no llegar y/o mantenerse en el poder, y como saben que les “vendemos” (sic) barato nuestro voto, pues para que hacer más. Muchos de quienes leen y de los que no leen este artículo seguramente ven con recelo a los estadounidenses, pero bien claro han dejado dos ejemplos de cuando algo no les gusta y alguien no les cumple se van y les retiran su apoyo, lo que para los políticos es pérdida de poder y de legitimidad. Ahí están los casos de George W. Bush en su segundo mandato y la semana pasada la derrota de los demócratas en Estados Unidos. Por si se desea otro ejemplo, ahí está Francia paralizada, cuando la autoridad intenta alargar y disminuir prerrogativas como la pensión, sumándose los directamente agraviados y los que en el futuro lo serán como los jóvenes que cursan la universidad o están por egresar de ella. Esas son lecciones de quehacer ciudadano, de acciones inherentes a la sociedad civil, nuevamente, limitar y controlar el poder político, esas son lecciones que no nada más no queremos aprender, tampoco queremos poner en marcha, son lecciones de la gente para la gente. Ustedes dirán ¿Para cuando hacemos algo nuestro favor?

¿Perdemos el tiempo si le damos “tiempo” a la convivencia en la escuela?

Autora:Teresa Eugenia Brito Miranda
Publicado: Síntesis, 8 de noviembre de 2010

     Algunos comentarios sobre bullying o acoso entre compañeros plantean que éste no es más que una moda pues siempre ha habido pleitos escolares como parte de la vida cotidiana de los niños.
     Esta postura no considera que el entorno sea ahora más violento para todos y en particular para los niños que la viven de manera distinta a los adultos. Algunas investigaciones muestran que los niños están cada vez más expuestos a la violencia de manera cercana, muchos la viven en sus familias, y presencian actos violentos en sus barrios, por no hablar de lo que ven en los medios. Esto preocupa  a los educadores pues la forma en la que los niños personalmente  enfrentan y reelaboran lo ocurrido puede dañarlos seriamente. Se sabe que los patrones tienden a repetirse y no es la excepción cuando se trata de conductas violentas que día a día se van haciendo cada vez más naturales. Por ello, el espacio que se le dé en la escuela a las formas de enfrentar los conflictos, los desacuerdos  y las intolerancias, es un trabajo urgente. No es una pérdida de tiempo sino una inversión en el tejido social, en la construcción de redes de apoyo de los propios niños, sus familias y su entorno.
     Esto no es algo que tienen que enfrentar solas las familias, ni la escuela o los gobiernos. 
     Todos tenemos una parte que aportar. Como ciudadanos es importante exigir que se planteen políticas orientadas a que en todas las escuelas se atienda el problema de manera educativa. Algunos gobiernos como el del DF han comenzado a plantear acciones mediante investigaciones que nos digan qué tanto se presenta el fenómeno en las escuelas, la capacitación de los maestros en el trabajo asertivo de los conflictos así como  el apoyo a las familias de los niños víctimas del bullying mediante acciones puntuales como servicios de orientación.
      En el estado de Puebla, no contamos con una política sobre la convivencia escolar claramente explícita. Es necesario poner los medios concretos y adecuados para trabajarla. Es urgente que la escuela recupere el espacio como centro social en los barrios para construir y fortalecer el tejido social. Hace falta poner los medios a través del pronunciamiento de políticas que lo promuevan.

Los maestros en la época de Internet

Autor:Guillermo Hinojosa Rivero
Publicado:Síntesis, 07 de noviembre de 2010

     Desde que existe la educación formal, la función más visible de los maestros es proporcionar información a los aprendices. Pero qué pensar si ya toda la información está en internet al alcance de cualquiera; si ya cualquier adolescente armado de su computadora puede encontrar un archivo o un curso `online' en el que está expuesto todo lo que el maestro está diciendo y puede incluso detectar los errores o lagunas del maestro. ¿Para qué sirven los maestros en la época de internet? Muchos maestros de educación media o superior se sienten amenazados y hacen lo posible por dejar la Internet fuera del salón de clase. Inventan trucos para evitar que los alumnos hagan corta y pega; castigan a quienes 'bajan' la tarea y amenazan con reprobar a los alumnos que saben aprovechar los recursos informáticos para cumplir lo que les piden en la escuela.
     La superabundancia de información a disposición de todos es una gran ayuda para la educación.
     No es verdad que los maestros se vuelvan inútiles en vista de que todo está en internet. Pero los maestros y las escuelas tendrán que cambiar su manera de educar porque la educación tradicional ciertamente ya es obsoleta.
     Los maestros dejarán de administrar la información y facilitarán que los estudiantes la encuentren.
     Pero los maestros son mejores que los buscadores de internet para guiar la búsqueda y para separar la paja del grano.
     Los maestros son mejores que los cursos `online' para resolver las dudas que deja la lectura de cualquier documento medianamente complejo. Los maestros son únicos para juzgar lo acertado de la comprensión de lo estudiado y para sugerir nuevas lecturas. Por ahora no hay peligro de que se vuelvan obsoletos.
     Los maestros ya liberados de la necesidad de exponer la información tendrán más tiempo para hacer algo que rara vez hacen: convertir la información en conocimiento aprovechable para la vida, no sólo para pasar exámenes o para hacer trabajos escolares que a nadie le importan.

Espiritualidad y Día de Muertos

Autor: Alexis Vera
Publicado: e-consulta, 29 de octubre de 2010

     Pareciera que lo espiritual se está poniendo de moda en el mundo. En las calles de Puebla vemos anuncios de cursos "new age" que versan sobre cómo mejorar nuestra relación con lo trascendente. ¿Qué tan buenos son esos cursos o conferencias? Depende. Sin embargo, la mayoría de ellos son como aspirinas que alivian temporalmente los síntomas pero no las causas de esos síntomas.
     La presente temporada tradicional de muertos puede ser buena ocasión para analizar la dimensión espiritual en nuestras vidas, no necesariamente desde una perspectiva religiosa, sino desde una menos centrada en el rito y más en la interioridad del ser humano.
     En los 90 se puso de moda la "inteligencia emocional", después, a principios de la presente década, el tema fuerte era "inteligencia social"; hoy los mismos autores de estos conceptos hablan de la "inteligencia espiritual" como el máximo descubrimiento y último estado de desarrollo de las personas. ¿Será? Si la espiritualidad es un tema viejísimo, ¿por qué hasta hoy se ha "descubierto"?
     ¿En qué mundo vivimos?
     El mundo en el cual vivimos hoy es sumamente contradictorio y problemático. En México los problemas sociales se pintan solos, basta leer cualquier periódico y reflexionar un poco para entender cómo andamos como sociedad. Pero tampoco me parece que todo esté perdido (la esperanza muere al último dicen por ahí).
     El sistema social actual nos ha hecho creer que lo que importa en la vida es tener éxito, y éste ha sido generalmente definido como: ser famoso, con dinero, viajes, coches, buena ropa y un celular de vanguardia entre otras cosas por el estilo-. Sin duda tener todo esto nos hace grandes a los ojos de quienes se encuentra en la cima de la pirámide social. Pero, ¿nos hace verdaderamente grandes tener este tipo de "éxito"? Yo tengo mis dudas cuando veo que la amplia mayoría de los "exitosos" de este mundo ha conseguido su "éxito" cometiendo algún tipo de injusticia: desde sobornar y aceptar sobornos hasta pagar miserablemente (con dinero y obras) a la gente que trabaja para ellos o, peor aún, a la gente que los "contrató" como gobernantes (en el caso del servicio público), entre otras atrocidades socioeconómicas.
     Tarde o temprano nos damos cuenta que la forma en cómo actualmente se organiza el mundo sólo permite que una pequeña minoría tenga acceso a mucho, los demás, la inmensa mayoría, se tiene que conformar con lo mínimo para subsistir. Esto causa frustración en gran cantidad de personas pues, de diversas maneras, alguien vendió la idea de que todos podemos tener las cosas maravillosas que la fábrica del mundo produce. Peor aún, nos vendieron la idea de que todos "debemos" tener este tipo de riqueza y que quien no lo haga es un fracasado. Como si tener muchos productos garantizara nuestra dicha y satisfacción con la vida.
     Y entonces, ¿qué nos hace verdaderamente felices?
     Esta es una pregunta difícil de responder. Me parece que lo mejor es que cada quien busque en el fondo de su ser y trate de dar respuesta por sí mismo, consciente de que tal vez no se obtenga de inmediato una sola respuesta, sino que tal vez sea la búsqueda de ésta la que nos haga felices a lo largo de nuestra vida.
     Que hoy se esté poniendo un poco de moda lo espiritual tal vez sea una seña de que el mundo no está encontrando suficiente consuelo en lo material; en la búsqueda del "éxito" que el actual orden social nos vende insistentemente, sino en otro lado. Habrá que buscar en el fondo de nosotros qué es lo que realmente nos hace felices y por qué no lo estamos haciendo.
     ¿Qué quiero hacer con mi vida?
     Esta búsqueda interior, me parece, desarrolla nuestra dimensión espiritual. Es el diálogo con uno mismo y con lo trascendente (para algunos es Dios, para otros el Universo, la Madre Tierra, etc.) lo que nos permite crecer espiritualmente. Pero este diálogo debe ser continuo, permanente y a lo largo de toda nuestra existencia. Un simple curso o taller no resuelve el tema, aunque sí pueden llegar a servir dependiendo de qué tan serio y poco improvisado sea el ponente que lo da.
     El hombre o mujer espiritual es alguien que sabe estar a solas consigo mismo para dialogar realistamente; se auto observa y auto critica para conocerse mejor; busca que su diálogo interno corresponda con su diálogo externo; se plantea con frecuencia preguntas trascendentales como ¿quién soy? ¿A dónde voy? ¿A qué voy? Y, sobre todo, busca desarrollar una relación con lo trascendente. Tal vez este "puente de muertos" sea buena ocasión para empezar la reflexión.

jueves, noviembre 04, 2010

Apostando el futuro: la guerra de divisas

Autor: Gerardo Reyes Guzmán
Publicado: El Columnista, 03 de noviembre de 2010

     En la segunda mitad del mes de octubre, se desató una singular depreciación del dólar con respecto a las divisas más importantes del mundo: el euro, el won surcoreano, el real brasileño y el dólar australiano, entre otros. Ello se debió a declaraciones del líder de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Ben Bernanke, apuntando hacia una relajación aún mayor de la política monetaria en aras de apuntalar la débil recuperación económica de Norteamérica. Tal anuncio alertó a los inversionistas quienes se deshicieron de sus activos nominados en dólares para buscar mercados más rentables. Los inversionistas encontraron refugio en países cuyos mercados de capitales ofrecían mayor rendimiento en el corto plazo, propiciando así la apreciación significativa de sus respectivas monedas. Esta apreciación no sólo ha vulnerado la competitividad de sus exportaciones, afectando sus industrias y nivel de empleo, sino que ha provocado una burbuja en sus mercados bursátiles, ya que se trata de capitales de corto plazo. Con ello, las economías se ven expuestas a fuertes desequilibrios, pues así como entra el capital, puede salir repentinamente. Los bancos centrales de estos países han intervenido en el mercado cambiario para evitar una apreciación aún mayor de sus monedas y la consecuente acumulación de reservas internacionales. Países típicamente exportadores han tomado medidas para contrarrestar la entrada de capitales. Por ejemplo, Brasil ha impuesto cargas fiscales al capital foráneo, mientras que Japón ha disminuido su tasa de interés para ahuyentar al capital extranjero. Sin embargo, de no surtir efecto tales medidas y de continuar la volatilidad en los mercados cambiarios, los países afectados podrían recurrir a la imposición de barreras arancelarias tal y como ocurrió en el periodo de las entreguerras del siglo pasado. Recurrir al proteccionismo reduciría la recuperación de los flujos de comercio en la economía mundial y frenaría la incipiente recuperación económica en occidente. Vale la pena recordar que en 1930, los Estados Unidos impusieron la llamada Smooth-Hawley Tariff que implicó un impuesto a la importación de 20 mil productos como respuesta a las secuelas de la depresión mundial de 1929. Así se inició una ola de políticas proteccionistas a nivel mundial que desencadenó en la Segunda Guerra Mundial.
     En el centro de esta controversia está la política cambiaria de China. Ese país ha venido manteniendo un yuan subvaluado para apuntalar su sector exportador. Ello le ha permitido acumular reservas por cerca de 2.5 billones de dólares (dos veces y medio el PIB de México). Según la teoría económica, todo país que experimenta un crecimiento económico con un fuerte superávit comercial, debería apreciar su moneda. En la actualidad, China mantiene el yuan en 6.6 unidades con respecto al dólar, cuando expertos aseguran que la paridad debería ser de 5.6. Hasta 2005, el yuan se mantuvo en niveles de 8.3 unidades por dólar, lo cual nos habla de una apreciación de más de 20 % a la fecha. Recientemente, China incrementó su tasa de interés de referencia para disuadir presiones inflacionarias derivadas de su vigoroso crecimiento económico. Sin embargo, esa medida estimuló a su vez una entrada de capital aún mayor y una presión adicional para la apreciación del yuan.
     En las reuniones de los G-20, los países se han propuesto presionar a China para que aprecie su moneda aún más. Sin embargo, Zhou Xiaochuan, gobernador del Banco Popular de China, ha declarado que el ajuste cambiario tendrá lugar de manera gradual. Así, mientras que la apreciación del yuan parece ser inminente, se espera en el mediano plazo un cambio sustancial en la política monetaria de los Estados Unidos. Y es que no se puede mantener indefinidamente una política monetaria laxa sin detonar tarde o temprano importantes presiones inflacionarias. Cuando eso ocurra, la Reserva Federal de los Estados Unidos cerrarán las llaves de la liquidez subiendo tasa de interés, lo cual hará que el dólar se aprecie y salgan los capitales de los países emergentes. Una situación similar lo registra la historia; cuando el líder de la Reserva Federal durante la Administración de Ronald Reagan, Paul Volcker (1979-87), incrementó las tasas de interés a casi 20% anual para frenar la inflación en la economía norteamericana a principios de la década de los 80. Acto seguido, los países latinoamericanos, es especial México, Argentina y Brasil, entraron en una crisis de endeudamiento externo que desembocó en la llamada: década perdida.
    Como la crónica de una muerte anunciada, México parece dirigirse a su próxima crisis, pues sus indicadores macroeconómicos presentan ya luces amarillas. El peso se comienza apreciar a consecuencia de la entrada de capital extranjero de corto plazo, tal y como ocurrió en 1994. La ola de liquidez ha presionado a la baja las tasas de interés de los CETES a 28 días, oscilando en 3.8% anual, muy debajo de la tasa de referencia de 4.5% del Banco de México, lo cual representa ya un récord histórico. El crédito vive una inusitada recuperación, en especial el de consumo; la Bolsa Mexicana de Valores rompió para finales de octubre de 2010 la barrera psicológica de los 35 mil puntos, lo cual significa un incremento de 97% comparado con su nivel más bajo alcanzado en febrero de 2009 cuando tocó piso en los 17 mil 752 puntos. Ello equivale a un rendimiento anual aproximado de 50%, cifra difícil de concebir en una economía que no ha rebasado ni el 2% anual en promedio de 2006 a la fecha. Estamos, como afirmó en su momento el maestro Allan Greenspan, ante una exuberancia irracional.
     Por otro lado, y con problemas fiscales sin resolver tras la caída de la producción de crudo, un crecimiento económico débil y un sector exportador estrechamente vinculado al dinamismo del sector industrial norteamericano, no se augura un horizonte promisorio para el final del sexenio y principios del siguiente. Es probable entonces que la crisis golpee una vez más a la economía mexicana y que los instrumentos de política fiscal y monetaria demuestren mayores limitaciones para operar. Ante este nivel de incertidumbre, es mejor comprar dólares, yuanes y yenes; invertir en oro; conservar el empleo; adquirir bienes inmuebles mediante créditos a tasa fija e iniciar nuevos negocios. No debemos soslayar que las crisis constituyen también momentos únicos de oportunidad. El economista austriaco Schumpeter afirmó que las crisis tenían la función de catarsis y depuración de lo ineficiente en las economías. Les adjudicaba el don de la destructividad creativa. La escuela austriaca a la que perteneció, criticaba severamente la intervención del estado para paliar las crisis. Decía que con los rescates de empresas y bancos con dinero público, se creaban organizaciones zombies, que una vez destinadas a desaparecer del mercado, se mantenían artificialmente con ayuda del estado.
     La actual crisis ha cuestionado severamente las teorías económicas actuales. Bernanke, líder del Banco Central de los Estados Unidos y estudioso de la crisis de 1929, ha optado por la estrategia keynesiana y monetarista. Existe una controversia de cómo y de si hubiera sido posible evitar la crisis del 29. Los monetaristas aseguran que se debieron bajar las tasas de interés lo suficiente como para asegurar el sistema financiero de pagos; mientras que los keynesianos apuntan a la política de gasto como instrumento para estimular la demanda agregada. En esta ocasión se han utilizado los dos instrumentos y nos tocará ser testigos de su eficacia en el mediano y largo plazos. Es decir, estamos apostando el futuro.