martes, marzo 20, 2012

Pensando en EL PANZAZO no aceptado.


Autor: Gonzalo Inguanzo Arteaga
Publicado: e-consulta, 13 de marzo de 2012

     Este fin de semana en el diario El País  se publicó una entrevista a Elba Esther Gordillo en el que se aborda como eje central el documental ¡De Panzazo! y en donde el entrevistador intenta conocer el parecer de ella con relación al mensaje que se intenta dar.
     Sin el animo de repetir sus respuesta la entrevistada dice entre otras cosas que “ellos quieren manipular”, “no acepto que se hable de fracaso educativo mexicano”, “existe mala fe hacia mi persona”, “no hacemos publicas las cuentas por estrategia política” y muchas otras que nos llevan a pensar que se está cometiendo una injusticia hacia su persona y el sindicato que ella dirige. Al terminar de leer el articulo me quedé preguntándome si ella mismo se lo puede creer o más importante si alguien más se lo creerá.
     Yo no, yo no le creo aun sin haber visto el documental completo y solo teniendo como referencia los cortos o lo que se ha escrito en la prensa nacional, no creo que la líder del sindicato más poderoso de México esté siendo manipulada con mentiras y mala fe.
     No me creo que tenga poco poder una persona que lleva más de veinte años al frente de un grupo de personas, grupo que ha logrado influir en varias elecciones de estado en el transcurso de ese tiempo. De igual manera no me creo que su falta de transparencia financiera sea una estrategia política “valida” y que solo tenga como intención el salvaguardar los intereses de sus agremiados. No me creo que solo se llame dirigente sindical alguien que tiene en la práctica tanta injerencia en temas sumamente operativos
No me creo que la escuela en México haya cumplido su cometido en el siglo pasado y en los años que llevamos de este siglo XXI porque entonces no estaríamos, según organismos institucionales, en los últimos lugares de todo lo que hemos evaluado de la educación. Tampoco me creo que su única negligencia sea el no habernos comunicado mediáticamente todos sus logros y que deba ser una de las funciones de los miembros de su sindicato ser garante de estabilidad política.
     De igual manera no creo que detrás de todos los movimientos realizados por la entrevistada en relación a quién apoya como candidato no exista un proyecto bien trazado. Un proyecto que va en búsqueda de perpetuar su poder más allá de lo posible, un proyecto que a mi entender está dejando de ser visible para la opinión publica porque de esa forma podrá obtener un poco más que si estuviera a la derecha de esa persona que ha decidido apoyar, aunque ahora sea desde las sombras.
     Cuando leía la entrevista realizada se me iban ocurriendo otras preguntas que se le debieron hacer y yo empezaría por cuestionarle qué hace el sindicato para que la educación si mejore, por qué se da la defensa a ultranza de los maestros sindicalizados al punto de que si uno de ellos falta recurrentemente a lo que es su función sustantiva que es estar frente a su salón de clases o llega en estado inapropiado no se puede hablar de despido. Igual habría que preguntarle por qué el proceso de formación de los maestros está controlado en su totalidad por el sindicato, por qué se maneja la afiliación al sindicato como obligatorio para todos, y en especial le haría la pregunta de por qué se tiene la sensación generalizada para familias y alumnos que para el sindicato de maestros lo menos importante es lo que sucede en el salón de clases porque están demasiados “preocupados” por sus derechos laborales.
     Pero hablando claramente, no creo que nunca la pueda entrevistar y me limito a decir que después de leer toda la entrevista publicada en el diario ibérico yo a la entrevistada no le creo la imagen que nos intenta vender en sus palabras, pero también sería justo decir que en ese medio en el que ella y otros personajes se mueven está “en chino” creerle a nadie después de lo que nos ha tocado vivir. Tampoco debemos olvidar que ese “poder” que puede ostentar esta lideresa fue propiciado por aquellos que pensaron que era un mal menor y necesario el tenerla a su lado. Yo de menor no le veo nada y de necesario mucho menos.
     Como conclusión de esta reflexión comparto que a mi entender en el tema de lo que ocurre en nuestra educación no estamos aprobados NI DE PANZAZO.

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