martes, mayo 08, 2012

Desvinculación universitaria


Publicado: Puebla on Line, 3 de mayo de 2012

     La vinculación de las universidades con su entorno es aún incipiente en nuestro país. Por siglos las instituciones de educación superior en el mundo se desarrollaron aisladas del entorno; trabajaban solas, sin tomar verdaderamente en cuenta las necesidades de la sociedad para organizar sus actividades académicas. Pero en los países más desarrollados las universidades ya no están tan separadas de la sociedad y de sus instituciones; trabajan proyectos conjuntamente, sumando fuerzas y, por lo tanto, sirviendo mejor a la sociedad. Pero en Puebla esta importante vinculación de las universidades con su entorno aún deja mucho qué desear.
     Hoy día existen instituciones de educación superior (universidades, tecnológicos, etc.) que podríamos clasificar en dos grandes tipos: instituciones con fines de lucro e instituciones sin fines de lucro. Las primeras, tienen fundamentalmente el propósito de producir rendimientos financieros a sus dueños a través del servicio educativo; las segundas tienen el propósito de servir a la sociedad desde lo educativo y su remanente económico (si lo hay) se reinvierte para el desarrollo de la misma institución, no se distribuye entre accionistas. Como ejemplos de estas últimas tenemos a la BUAP, UDLAP y
Universidad Iberoamericana, entre otras. Ahora bien, toda universidad que se jacte de serlo debe estar productivamente vinculada a su comunidad para realmente vivir su razón de ser como institución de educación superior (IES). La vinculación es una de las cuatro funciones sustantivas de la universidad, las otras tres son: docencia, investigación y difusión. Desafortunadamente, la vinculación no recibe la atención que debiera en las IES poblanas fundamentalmente porque se requieren grandes esfuerzos de coordinación y una actitud humildemente abierta para vincularse, en especial con el sector industrial. En efecto todavía escuchamos en las universidades el discurso añejo de que éstas no deben obedecer al capital industrial; que no deben subordinarse a los deseos y necesidades de las empresas en general porque éstas sólo ven sus intereses y no los de la sociedad. Sin embargo, me pregunto si apoyar a las empresas de la región no es en sí apoyar a la sociedad misma que las acoge. Apoyarlas al escuchar sus inquietudes, necesidades y problemas para tomarlas en cuenta a la hora de diseñar e impartir los planes de estudio; o a la hora de hacer investigación, ¿es un sacrilegio?
     Idealmente, las IES deberían apoyar a las empresas para hacerlas más productivas, pero también más humanas y más justas. Las empresas son, a final de cuentas, el motor económico de la región y un espacio de convivencia social y aprendizajes. La vida que se gesta al interior de las empresas influye la vida fuera de éstas. Es decir, las empresas son, ante todo, un fenómeno humano y, por lo tanto, debieran ser sujetas del más cuidado interés por parte de las IES, especialmente de aquellas que se autonombran humanistas.
     Sin embargo, la realidad de nuestro Estado en la materia es, por decir lo menos, desalentadora. Es más norma que excepción ver que las universidades y tecnológicos caminan para un lado y las empresas (de cualquier sector) caminan para otro diferente. El diálogo es escaso y poco eficaz entre el mundo universitario y el mundo empresarial. Las IES desconfían de las empresas y viceversa. Las primeras tienden a criticar las prácticas ciegamente efectistas de las segundas y, éstas, tienden a criticar la actividad académico poco relevante para los procesos productivos que llevan a cabo las primeras.     

      Desafortunadamente son pocos los casos en Puebla en los cuales el sector educativo superior y el sector privado dialogan abiertamente, sin posturas a la defensiva, y se dejan permear por las ideas de su contraparte.
     Pero al parecer en nuestro Estado algunas universidades ya están entendiendo que la desvinculación debe terminarse. En ese sentido, me parece que hay que celebrar la iniciativa de la UPAEP para crear el proyecto denominado "Sintonía" (
www.sintonia.mx). Un proyecto de vinculación que espera acercar empresas, IES, gobierno y sociedad civil en aras del desarrollo económico de Puebla. Ojalá éste y otros proyectos vinculadores florezcan pues nadie tiene el monopolio de las soluciones a los problemas de la sociedad contemporánea: ni las IES ni el gobierno y sociedad civil organizada, mucho menos las empresas. La realidad es compleja y, por ello, hay que abordarla multidisciplinariamente articulando esfuerzos de todos los actores relevantes para armar soluciones sustentables en el mediano y largo plazos.

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