miércoles, noviembre 21, 2012

ACERCAMIENTO AL CAMPO MEXICANO

Autor: José Vicente Hurtado Herrera
Publicado: La Primera de Puebla, 15 de noviembre de 2012.
 
     La realidad es mucho más amplia que el círculo en el que nos
movemos, mucho más rica que el ámbito en el que desarrollamos
nuestra vida cotidiana.
     Mi acercamiento al campo mexicano se concretó en la visita que
realicé con un grupo de alumnos de preparatoria a una
comunidad cercana al municipio de Huejotzingo, una visita de
cinco días que me permitió formarme una visión más amplia de la
realidad que vive esta población campesina.
     Generalmente tenemos una idea del campo que oscila entre la
admiración por su comida, por sus tradiciones; y por otro lado,
en el desencanto por su situación económica o la falta de
oportunidades de desarrollo que las comunidades presentan. Y
aunque ninguna de estas visiones sean falsas del todo, la realidad
es mucho más compleja.
     La experiencia me mostró un campo que en términos
económicos-productivos está lejano de lo que se esperaría, a
pesar de los apoyos gubernamentales como Oportunidades, los
cuales no son suficientes para hacer de México un país con
autosuficiencia alimentaria. En general las familias se limitan a
producir para el autoconsumo, para garantizar comer por lo
menos frijoles y tortillas durante el año. Cultivo de temporal,
falta de maquinaria y tecnología, cuando existen excedentes
comercializan sus productos a precios muy bajos; ello nos habla
de una situación de atraso, de tener lejano un campo que pueda
ser el abastecedor de alimentos suficientes para el país.
     Una actividad económica relevante en esta zona es el comercio
que muchas personas hacen de sus productos en la Cd. de
México: tortillas, rajas, nopales, fruta de temporada, etc. Una
actividad particularmente detonada por las mujeres, las cuales
no sólo preparan los alimentos sino también viajan muy temprano
a comercializarlos, mientras los hombres se dedican al campo o a
la albañilería.
     En términos educativos son evidentes las carencias que se
presentan, particularmente en habilidades básicas como lectura
y escritura, muestra de las carencias del resto del país. Diversos
motivos lo explican, entre ellos que muchas familias no
consideran la escuela como algo esencial para la formación de
sus hijos, además de las debilidades propias del sistema educativo
nacional que se acentúan en el ámbito rural.
     Pero también encontré grandes fortalezas, formas de vivir que se
orientan por otros referentes, por otros criterios de felicidad.
     Tienen una forma de vida sencilla, sin grandes anhelos por
acumular cosas, a pesar del cada vez mayor impacto de los
medios de comunicación, sin embargo pareciera que sus
referentes de realización y felicidad en la vida no se agotan en
tener más cosas, más bien en el encuentro con los otros, en el
diario convivir con los cercanos, y en la necesaria satisfacción de
sus necesidades primarias de alimentación.
     La gran dedicación que muestran por el trabajo en el campo, un
trabajo que a todas luces es sumamente pesado, sometido a las
inclemencias del tiempo y muy mal retribuido por el bajo precio
de la mayoría de su productos, no se diga de los salarios que se
pagan por una jornada de pixca - $80.00, para las mujeres,
$100.00 en el caso de los hombres-; a pesar de ello es una tarifa
atractiva para campesinos que se trasladan a esta región a
trabajar porque en su pueblos pagan menos.
     El conocimiento y respeto por los ciclos de la naturaleza es
ancestral y fundamental para tener una buena cosecha, los
campesinos mencionan que la pixca no puede hacerse en tiempo
de “luna tierna” pues la semilla corre el riesgo de picarse con
facilidad, el tiempo adecuado es en “luna buena”, luna llena,
madura, con eso se garantiza que su cosecha se conservará
durante más tiempo.
     Fue un encuentro cercano con una comunidad, con personas
muy concretas, que al igual que el resto de los habitantes de
este país están en búsqueda de sobrevivir, de realizar sus sueños,
de aspirar a mejores condiciones de vida. Lamentablemente, a
pesar de que CONEVAL en sus mediciones sobre la pobreza en el
país menciona que los mayores índices de ésta se presentan en
la ciudad que en el campo, sigue habiendo una deuda histórica
con este sector de la población que hoy por hoy no cuenta con
las condiciones necesarias para su adecuado desarrollo.


 

No hay comentarios.: