viernes, noviembre 09, 2012

El quinto pilar de las Competencias Educativas

Autor: Óscar Hernández López
Publicado: en lado B, 02 de noviembre de 2012

     En 1998, en la Conferencia Mundial sobre la Educación de la UNESCO, se concluyó que es necesario propiciar el aprendizaje permanente y la construcción de las competencias adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de la sociedad de la información. Para ello se requiere de una generación con nuevos conocimientos, por lo que es primordial el fomento a la investigación, la capacitación de personas altamente calificadas para preparar a los ciudadanos que sean capaces de promover ese desarrollo, es decir, educadores con una visión diferente a la que hasta ahora prevalece en el campo educativo; se requiere también proporcionar servicios a la sociedad con la función ética que ésta reclama. La formación por competencias, por lo tanto, debe ir más allá de transmitir saberes y destrezas manuales, debe buscar incrementar la capacidad de las personas y considerar aspectos culturales, sociales y actitudinales (Argudín, 2005).
     Los cuatro pilares de la educación que señala Delors (1996) sostienen el conjunto de competencias que se desean para una educación del siglo XXI; sin embargo, sabemos que nuestros alumnos se enfocan en diferentes edades y situaciones socio-económicas a cuestiones sumamente materiales: quieren tener ropa de marca, quieren tener los últimos aparatos que salen al mercado, teléfonos celulares, reproductores de música, laptops, etc.; aspiran a trabajar para tener dinero, a tener el mejor automóvil, a tener una novia guapa, quieren ser políticos para tener poder, o quieren ser artistas o deportistas para tener fama y fortuna, tener, tener, tener,….. por eso, también hay que aprender a tener, es el quinto pilar de la educación, es sumamente importante considerarlo de manera particular, tener tanto cuanto…, tener tanto cuanto permita a los demás ser y también tener para servir mejor a los demás, tener tanto cuanto permita y ayude a ser feliz, esta perspectiva es fundamental en una educación basada en competencias.
     En el mundo del trabajo el término competencia tiene un sentido utilitario, es concebido como una estrategia fundamentalmente basada en el análisis de tareas, a partir de ellas se busca establecer etapas puntuales de la formación de un técnico o especialista como puede ser un mecánico automotriz, quien adquiere habilidades y destrezas para un eficiente desempeño del oficio. Lo novedoso que aporta el enfoque de competencias consiste en puntualizar minuciosamente los aspectos en los que se debe concentrar el entrenamiento para que se aprenda a profundidad. Se utilizan mucho los términos aptitudes y habilidades que, aunque se encuentran íntimamente relacionados con las competencias, no son sinónimos de esta y debe esclarecerse su diferencia, el primero exhibe diversas disposiciones del individuo y el segundo se refiere a la pericia que se ha desarrollado a partir de tales disposiciones, pero no llegan a abarcar el extenso sentido que implica el término competencia. El término competencia articula algo que es consecuencia de un desarrollo natural desde el punto de vista chomskiano, pero con un sentido definitivamente utilitario, contradiciendo la noción de adquirir o mostrar conocimientos para enfocarse en la capacidad de resolver problemas.
     La competencia implica tanto un saber, un conocer y un saber hacer, expresada en los diferentes ámbitos del ser humano a través de sus capacidades, algunas son:
    • La multivalencia, ampliación de capacidades de intervención sobre varias tareas y operaciones en el seno de una misma profesión básica.
    • La polivalencia, en la ampliación profesional hacia una segunda profesión y oficio a partir de una profesión básica.
    • La experticia, calidad del experto, con un alto nivel de competencia profesional en la propia tarea.
    Hay miles de definiciones de competencia. Según la Real Academia Española en su diccionario de la lengua española, una competencia es la “pericia, aptitud e idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado”, y define también pericia como la “sabiduría, práctica, experiencia y habilidad en una ciencia o arte”; así mismo, considera que una habilidad es la “capacidad o disposición para algo”. Conjuntando estas definiciones, una competencia se expresa como “la sabiduría, práctica, experiencia, capacidad, disposición, aptitud e idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado dentro de una ciencia o arte”.
     Para la UNESCO, una competencia en la educación es un conjunto de comportamientos sociales, afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, un desempeño, una actividad o una tarea. Se describe como un resultado de lo que el alumno está capacitado a desempeñar o producir al finalizar una etapa.
     Los sentimientos y las emociones juegan un papel muy importante para alcanzar buenos desempeños, podemos considerar entonces que una competencia es un esquema complejo de operaciones físicas y mentales influidas por estados afectivos y emocionales conjugadas en actividades que producen resultados observables con un nivel de desempeño aceptable en contextos y situaciones determinadas. Los resultados se observan de manera consistente en múltiples escenarios y bajo diversas condiciones en las que se puede mostrar la capacidad de respuesta o dominio de la competencia, pero también hay que leer las intenciones con las que se califican tales resultados.
Referencias
     Argudin, Y. (2006). Educación Basada en Competencias. Trillas. México, D.F
     Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la comisión internacional sobre la Educación para el siglo XXI, pre­sidida por Jaques Delors. Ediciones UNESCO. México, D.F.
     Hernández, O. (2005). Desarrollo de habilidades cognitivas en educación a distancia usando internet. Tesis doctoral en educación. Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Cuernavaca, Morelos. México.
     Real Academia Española. Diccionario de la lengua española Vigésima segunda edición. Consultado en http://www.rae.es/rae.html el 12 de octubre de 2010
     UNESCO (1999). Perspectivas: revista trimestral de educación comparada. Oficina Internacional de Educación, vol. XXIII, págs. 289-305. Paris.

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