martes, diciembre 11, 2012

Mente y corazón ante los desafíos que nos confrontan

Autor: José Rafael de Regil Vélez,datos del autor haz click aquí
Publicado: Síntesis Tlaxcala, 06 de diciembre de 2012

     En los años ochenta una pareja de universitarios -formada por Gisela y Raúl- llegó a la Mixteca Poblana cargada con su juventud, los rudimentos de su formación académica y un corazón con ganas de afrontar sin más el combate a la pobreza.
     Con la frescura de su ingenua pero cordial inexperiencia la pedagoga y el filósofo tomaron su primera decisión: escuchar a las personas, preguntarles sobre sus más urgentes problemas. Las mujeres y los hombres fueron de múltiples formas muy enfáticos: la carencia de agua. Las personas disponían de tan sólo 7 litros de agua al día para todas sus necesidades y conseguirla podía suponer traslados de hasta dos horas a pie…
     El día a día fue llevando de una cosa a otra: entender todo lo que implica la falta del líquido vital, la necesidad de encontrar cultivos resistentes que permitieran una mejor nutrición en condiciones semidesérticas –o casi desérticas-, las mejores formas de organización para ir haciendo posible una menor pobreza, una vida más digna.
     Al paso del tiempo a distintas personas de las comunidades de la zona y a la pareja se unieron otros jóvenes profesionistas y habitantes de más comunidades. Paso a paso se pusieron a escarbar en la historia de la agricultura y la forma de vida mesoamericana para encontrar que allí era la cuna del maíz, que el amaranto había sido alimento muy consistente para nuestros antepasados y que podría ser excelente para nuestros contemporáneos, que hay muchas formas de cuidar el agua. Y así cobraron vida Alternativas y Procesos de Participación Social, A. C y Grupo Quali.
     Profesionistas, técnicos, campesinos comparten el desafío y el compromiso de responder a los problemas de su región. Como dio a conocer Iniciativa México, en la cual obtuvieron el primer lugar en el 2010, a lo largo de los ya varios lustros de su existencia han logrado construir más de 7,500 obras de regeneración ecológica, beneficiando a más de 206 mil habitantes de 200 pueblos de la región mixteca de Puebla y Oaxaca, entre ellas 35 cuencas que cubren más de 8 mil km2.
     Abrieron el Museo del Agua, que ha auspiciado la capacitación de 77,000 personas y ha recibido más de 37,000 visitantes, promoviendo entre ellos la conciencia y la necesidad de enriquecer los recursos naturales del suelo a través de la recuperación de agua y la vegetación.
     Quali genera empleo para 1,100 familias  en el cultivo del Amaranto entre las comunidades involucradas, haciendo frente a los problemas de desnutrición, falta de empleo y migración derivados de la falta de agua.
     Seguramente todo esto ha sido posible porque con el corazón distintas personas han logrado establecer alianzas para sí hacer algo en pro de las personas que viven en condiciones desfavorables y han conseguido mantenerlas en un ya largo caminar. Pero eso no ha sido todo, pues la mente ha entrado para investigar, reflexionar, entender la realidad, hacerle preguntas, formular posibles respuestas, tomar decisiones, ensayar acciones, volver a repensar una y otra vez las estrategias que pueden llevar al logro de un propósito claro: promover la dignidad de un grupo de personas de la Mixteca Poblana.
     Lo que sucede injustamente en nuestro mundo no es una fatalidad, algo que sucede y no puede ser de otra manera. Hay posibilidades para generar diferentes condiciones de vida pero requieren personas que con corazón grande se conduelan de lo que pasa y compartan esperanza al tiempo que con inteligencia y formación seria y exigente aborden la comprensión de la realidad y la toma de decisiones que supone responder a sus desafíos. 
     Esa formación que se obtiene en las aulas, pero que no se reduce a ellas y se vuelve un modo permanente de relacionarse con la realidad. La educación es la gran puerta para acompañar a los seres humanos a que se vayan asumiendo capaces de establecer procesos solidarios que respondan a lo que impide vivir conforme a la dignidad de ser persona.  ¿estamos padres de familia, educadores y educandos a la altura de esta misión?



No hay comentarios.: