lunes, abril 08, 2013

Y ahora ¿qué sigue? Algunas reflexiones para el cambio educativo


Autora: Marisol Aguilar Mier 
Publicado: Síntesis Puebla, 24 de marzo de 2013

     Se ha escrito y opinado mucho sobre el tema de la Reforma Educativa y más aún, sobre la detención de Elba Esther Gordillo. Y a sabiendas de que hoy los reflectores apuntan a la discusión de otras reformas, aún hay mucho por reflexionar sobre lo que sigue después de la “caída” de uno de los personajes más polémicos de las dos últimas décadas.
En primer lugar, hay que darnos cuenta de que no habrá un cambio de fondo si no se reestructuran los sindicatos magisteriales, pues tristemente ya pudimos ser testigos de que reemplazar a un líder por otro, no es la solución. Especialmente cuando la decisión obedece más a un asunto político que a un verdadero interés por mejorar la educación. Y prueba de ello es una mujer que sexenio a sexenio logró acumular poder y riqueza conformando una estructura dañina, regida por una serie de prácticas que requieren de una transformación urgente:
     Corporativismo: un sistema basado en el cacicazgo y en el “charrismo” sindical, con sus prebendas y  su opacidad, favoreciendo el intercambio electoral y los favores políticos.
Corrupción y falta de transparencia: carencia de procesos democráticos al interior del sindicato en aras de “proteger su autonomía”, así como una reiterada negación a la rendición de cuentas sobre el uso de las cuotas sindicales.
     Función del sindicato desvirtuada: en apego a una normativa obsoleta que otorga el SNTE la facultad para contratar, formar, promover y despedir a los docentes de las escuelas públicas, se ha generado un clima propicio para que la educación y su calidad queden muy por debajo de los intereses particulares y partidistas del sindicato.
     El impacto de todo ello en los resultados de la educación, como ya sabemos, es desastroso. Pero además se ha dañado y desprestigiado la imagen del profesor, a quien no ayuda el hecho de que las plazas magisteriales sean una mercancía que se compra, se hereda o se vende ni tampoco las huelgas, los paros, los actos violentos y la negación a la evaluación que dejan claro que la prioridad no son los alumnos ni su educación. Con ello se afecta seriamente a quienes sí ponen su mejor esfuerzo en el aula y laboran en condiciones precarias mientras los recursos son despilfarrados por otros o bien, se emplean para fines personales. De ahí la necesidad de lograr un cambio profundo en la cultura docente, en los procesos formativos del magisterio y en los canales de participación de la sociedad que permitan sumar esfuerzos, pues es necesario entender que ninguna Reforma Educativa puede lograrse en contra de los profesores o sin su participación y compromiso.
     Esos son sólo algunos de los retos que siguen, aunque ya nadie hable de ello y aunque parezca que nuestras  preocupaciones se han esfumado al pensar en Elba Esther Gordillo tras las rejas.

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