jueves, octubre 31, 2013

Preparándose para el colegio

Autora: Mtra. Mónica Lorena Palafox Guarnero
Publicado: Síntesis Puebla, 30 de octubre de 2013

    Cada niño tiene un ritmo de desarrollo particular, que explica la existencia de diferencias, cada uno tiene su propia historia.
El niño de tres años está preparándose para ingresar a la escuela, y se caracteriza por tener una vigorosa actividad física, aunado de gran flexibilidad de su cuerpo. Dicha característica hace que adopte ciertas posturas que quizá origine reprimendas por parte de los padres y maestros con el tradicional "siéntate bien" "no te levantes".
     Muchas funciones se están perfeccionando, pero sin duda alguna afinar sus movimientos resulta vital.

     Primero aprende a subir las escaleras y a los cuatro años podrá bajarlas con un precario equilibrio. Está desafiando a la gravedad y se divierte cuando se para en un pie o brinca de cojito. La pelota es un excelente regalo ya que ahora puede lanzarla.
     Ahora correr y trepa insistentemente con destreza y mayor fuerza en su cuerpo.
     Si queremos saber si el desarrollo del niño es el adecuado en comparación con los otros chicos de su edad, no solo hay que tener en cuenta el peso y la talla, sino también debemos analizar su desenvolvimiento en otras áreas. Esos aspectos tan importantes son las palabras que usa y las que puede comprender. El retraso en el desarrollo del lenguaje puede ser un signo de un retraso importante.
     Las causas de la inmadurez infantil son múltiples y variadas, ya que puede deberse a problemas de los órganos auditivos, de la articulación del lenguaje, de la capacidad de aprender, psicológicos, entre otros aspectos. Los niños que no cuenta con una adecuada audición, antes de que adquiera el lenguaje, necesitan una rehabilitación especial para articular bien las palabras.
     Alrededor de los tres años, la mayoría de los niños vacilan al iniciar sus frases y repiten una misma sílaba varias veces. Esto sucede cuando existe un desfase entre las ideas y la poca habilidad que aún tiene para expresarlas verbalmente.
     En ésta edad también son frecuentes las infecciones respiratorias como, el refriado común, faringitis, amigdalitis. No es raro que se produzcan hasta seis o siete cuadros de este tipo por año. Sobre todo durante los meses invernales. Esto se debe a que los menores se encuentran formando su sistema inmunológico.
     El adecuado desarrollo de estos primeros años, son la piedra angular del resto de los años escolares.
     La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.
     Este texto se encuentra en: http:// circulodeescritores.blogspot.com Sus comentarios son bienvenidos


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