lunes, noviembre 25, 2013

Tú tenías mucha razón, le hago caso al corazón

Autor: Juan Carlos Colin Ortega
Publicado: La Primera de Puebla, 19 de noviembre de 2013

    Desde hace un siglo se utiliza la observación de la actividad eléctrica del 
corazón para evaluar su funcionamiento por encima de otros métodos 
como la auscultación; hoy gracias a la tecnología computacional, esto  podría cambiar. El corazón humano es uno de los órganos esenciales sin  cuyo funcionamiento la vida no podría continuar en el organismo. El  corazón en cada latido realiza un ciclo complejo controlado por el sistema  nervioso autónomo junto con múltiples y sofisticados sensores de  condiciones fisiológicas en el organismo. La función primordial del  corazón es hacer circular la sangre a través de todo el cuerpo para fines  de nutrición y oxigenación de las células que lo componen. El ciclo inicia  cuando se recibe la sangre venosa cargada de dióxido de carbono, que  viene de todo el organismo, en la cavidad llamada aurícula derecha que  una vez llena se contrae para que la sangre pase a través de la válvula  Tricúspide hacia otra cavidad llamada ventrículo derecho. Este ventrículo  al contraerse envía la sangre a través de la válvula Pulmonar hacia los  pulmones para que sea depurada del dióxido de carbono y enriquecida con  oxígeno regresando después a través de la vena pulmonar hacia la  aurícula izquierda. Una vez llena esta aurícula, se contrae para hacer  pasar esta sangre a través de la válvula Mitral hacia el ventrículo  izquierdo que es la estructura muscular más fuerte de todo el corazón. El  ventrículo izquierdo se contraerá para hacer pasar la sangre a través de la  válvula Aórtica hacia la arteria más grande del organismo llamada Aorta y  de ahí hacia todos los órganos del cuerpo humano para cumplir su misión  de oxigenación. Todo este ciclo se efectúa por medio de contracciones  musculares del corazón, mismas que son disparadas por señales  eléctricas. Existe una acumulación de células nerviosas especiales qué  hacen las veces de un marcapasos fisiológico natural del corazón; este cúmulo celular se conoce como Nodo Atrial. Este nodo emite una señal  eléctrica que dispara la contracción de las aurículas y que además es detectada por otra acumulación de células llamada Nodo Aurículo- Ventricular, el cual genera un retraso natural para dar tiempo de que la  sangre pase de las aurículas hacia los ventrículos y una vez transcurrido  este tiempo de espera, el nodo emite una señal eléctrica que se conduce a  través de un conductor natural llamado ?Haz de His? para desde ahí  diseminarse por todo el tejido muscular ventricular a través de las fibras  de Purkinje iniciándose la contracción ventricular. El ciclo eléctrico puede  registrarse mediante un instrumento llamado Electrocardiógrafo que fue  desarrollado por el médico holandés Willem Einthoven en los albores del  siglo 20 y desde entonces se utiliza como uno de los principales medios  para valorar el estado del corazón humano. Este instrumento genera una  gráfica llamada Electrocardiograma que puede ser interpretada por los  médicos para detectar patrones de funcionamiento en la fisiología  cardiaca. Mediante la observación de la actividad eléctrica es posible  detectar anomalías en la fisiología como: zonas del corazón que han  dejado de funcionar por motivo de un infarto o problemas en la  conducción eléctrica al interior del corazón conocidos como bloqueos de  rama, entre otras afecciones. Además del fenómeno eléctrico, el corazón  al funcionar también hace ruido. Considerando que el sonido es un  fenómeno vibratorio, es necesario observar al corazón cómo un  mecanismo. El corazón es similar a un par de bombas de tipo pistón  acopladas, que realizan su ciclo de bombeo de 80 a 100 mil veces cada día  desplazando una cantidad de líquido equivalente a un tinaco de agua de  los que se instalan en las azoteas de las casas. El corazón contiene cuatro válvulas unidireccionales de fluido (tipo ¿check?) que  impiden que la sangre regrese a la cavidad de origen. Las válvulas al abrir  y cerrar generan vibraciones que se convierten en sonido. Por otra parte  la sangre al pasar rápidamente por estructuras estrechas del corazón  genera ruido de tipo turbulento. La combinación de todos estos ruidos da  como resultado el sonido del corazón. La gráfica de este sonido se conoce  como fonocardiograma. En el fonocardiograma pueden observarse cuatro  sonidos principales que generalmente corresponden a un latido normal de  corazón sano. También pueden aparecer otro tipo de ruidos conocidos  como ¿soplos? que en personas adultas suelen indicar anomalías en la  función del corazón. Mediante la observación del sonido cardiaco es  posible detectar principalmente anomalías en el funcionamiento de las  válvulas como son la estenosis o la insuficiencia valvular, así como otro  tipo de bloqueos y conducciones anormales. Con la tecnología  computacional actual es posible aplicar la inteligencia artificial en el  análisis y procesamiento de fonocardiogramas digitalizados obteniéndose  un producto que puede romper con la idea de que el registro del sonido  cardiaco tiene poco impacto en el diagnóstico médico. Si se logra  potenciar el beneficio del uso del sonido del corazón humano mediante la 
aplicación avanzada de hardware y software y así aumentar  considerablemente el valor diagnóstico de este tipo de pruebas, se habrá  descubierto un camino más económico y accesible para atención médica  en lugares marginados o apartados de las ciudades. La innovación se dará  con el uso de un instrumento que podría llamarse fonocardiógrafo digital  de nueva generación o como le llamaron en 2012 en el Hospital número 20  del IMSS ¿La Margarita? en la ciudad de Puebla, México cuando La Ibero  Puebla presentó un proyecto sobre fonocardiografía digital: ¿Un  instrumento diagnóstico renovado?.

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