Autor:
Juan Carlos Colin Ortega
Publicado:
La Primera de Puebla, 19 de noviembre
de 2013
Desde
hace un siglo se utiliza la observación de la actividad eléctrica del
corazón para evaluar su funcionamiento por encima de otros métodos
como la auscultación; hoy gracias a la tecnología computacional, esto
podría cambiar. El corazón humano es uno de los órganos esenciales sin
cuyo funcionamiento la vida no podría continuar en el organismo. El
corazón en cada latido realiza un ciclo complejo controlado por el sistema
nervioso autónomo junto con múltiples y sofisticados sensores de
condiciones fisiológicas en el organismo. La función primordial del
corazón es hacer circular la sangre a través de todo el cuerpo para fines
de nutrición y oxigenación de las células que lo componen. El ciclo inicia
cuando se recibe la sangre venosa cargada de dióxido de carbono, que
viene de todo el organismo, en la cavidad llamada aurícula derecha que
una vez llena se contrae para que la sangre pase a través de la válvula
Tricúspide hacia otra cavidad llamada ventrículo derecho. Este ventrículo
al contraerse envía la sangre a través de la válvula Pulmonar hacia los
pulmones para que sea depurada del dióxido de carbono y enriquecida con
oxígeno regresando después a través de la vena pulmonar hacia la
aurícula izquierda. Una vez llena esta aurícula, se contrae para hacer
pasar esta sangre a través de la válvula Mitral hacia el ventrículo
izquierdo que es la estructura muscular más fuerte de todo el corazón. El
ventrículo izquierdo se contraerá para hacer pasar la sangre a través de la
válvula Aórtica hacia la arteria más grande del organismo llamada Aorta y
de ahí hacia todos los órganos del cuerpo humano para cumplir su misión
de oxigenación. Todo este ciclo se efectúa por medio de contracciones
musculares del corazón, mismas que son disparadas por señales
eléctricas. Existe una acumulación de células nerviosas especiales qué
hacen las veces de un marcapasos fisiológico natural del corazón; este cúmulo celular se conoce como
Nodo Atrial. Este nodo emite una señal
eléctrica que dispara la contracción de las aurículas y que además es detectada por otra acumulación de células llamada
Nodo Aurículo-
Ventricular, el cual genera un retraso natural para dar tiempo de que la
sangre pase de las aurículas hacia los ventrículos y una vez transcurrido
este tiempo de espera, el nodo emite una señal eléctrica que se conduce a
través de un conductor natural llamado ?Haz de His? para desde ahí
diseminarse por todo el tejido muscular ventricular a través de las fibras
de Purkinje iniciándose la contracción ventricular. El ciclo eléctrico puede
registrarse mediante un instrumento llamado Electrocardiógrafo que fue
desarrollado por el médico holandés Willem Einthoven en los albores del
siglo 20 y desde entonces se utiliza como uno de los principales medios
para valorar el estado del corazón humano. Este instrumento genera una
gráfica llamada Electrocardiograma que puede ser interpretada por los
médicos para detectar patrones de funcionamiento en la fisiología
cardiaca. Mediante la observación de la actividad eléctrica es posible
detectar anomalías en la fisiología como: zonas del corazón que han
dejado de funcionar por motivo de un infarto o problemas en la
conducción eléctrica al interior del corazón conocidos como bloqueos de
rama, entre otras afecciones. Además del fenómeno eléctrico, el corazón
al funcionar también hace ruido. Considerando que el sonido es un
fenómeno vibratorio, es necesario observar al corazón cómo un
mecanismo. El corazón es similar a un par de bombas de tipo pistón
acopladas, que realizan su ciclo de bombeo de 80 a 100 mil veces cada día
desplazando una cantidad de líquido equivalente a un tinaco de agua de
los que se instalan en las azoteas de las casas. El corazón
contiene cuatro válvulas unidireccionales de fluido (tipo ¿check?) que
impiden que la sangre regrese a la cavidad de origen. Las válvulas al abrir
y cerrar generan vibraciones que se convierten en sonido. Por otra parte
la sangre al pasar rápidamente por estructuras estrechas del corazón
genera ruido de tipo turbulento. La combinación de todos estos ruidos da
como resultado el sonido del corazón. La gráfica de este sonido se conoce
como fonocardiograma. En el fonocardiograma pueden observarse cuatro
sonidos principales que generalmente corresponden a un latido normal de
corazón sano. También pueden aparecer otro tipo de ruidos conocidos
como ¿soplos? que en personas adultas suelen indicar anomalías en la
función del corazón. Mediante la observación del sonido cardiaco es
posible detectar principalmente anomalías en el funcionamiento de las
válvulas como son la estenosis o la insuficiencia valvular, así como otro
tipo de bloqueos y conducciones anormales. Con la tecnología
computacional actual es posible aplicar la inteligencia artificial en el
análisis y procesamiento de fonocardiogramas digitalizados obteniéndose
un producto que puede romper con la idea de que el registro del sonido
cardiaco tiene poco impacto en el diagnóstico médico. Si se logra
potenciar el beneficio del uso del sonido del corazón humano mediante la aplicación avanzada de hardware y software y así aumentar considerablemente el valor diagnóstico de este tipo de pruebas, se habrá descubierto un camino más económico y accesible para atención médica en lugares marginados o apartados de las ciudades. La innovación se dará con el uso de un instrumento que podría llamarse fonocardiógrafo digital de nueva generación o como le llamaron en 2012 en el Hospital número 20 del IMSS ¿La Margarita? en la ciudad de Puebla, México cuando La Ibero Puebla presentó un proyecto sobre fonocardiografía digital: ¿Un instrumento diagnóstico renovado?.
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