lunes, marzo 24, 2014

Hoy tengo que decirte papá

Autora: Rocío Barragán de la Parra datos de la autora haz click aquí 
Publicado: Puebla on Line, 12  de marzo de 2014

     Hace unos días mientras estaba sentada en el hospital esperando noticias sobre el estado de salud de mi papá, reflexionaba sobre la trascendencia que su vida ha tenido en la mía y cómo la persona que soy ahora está determinada de algún modo por su hacer y su decir; esto me llevó a tomar conciencia de mi condición humana y a identificar de qué manera trabajo con mi interior, como potencio mis capacidades intelectuales, afectivas y volitivas remitiéndome inevitablemente a mis raíces, a mi herencia y, por ende, a mis padres.
    Hace poco más de 57 años una chica de posición económica media alta decidió casarse con un jovencito de extracción humilde, de esta unión nacieron 7 hijos, 22 nietos y hasta ahora 13 bisnietos;esta unión trascendió más allá del árbol genealógico y es aquí donde regreso nuevamente a la banca del hospital donde mientras intervenían quirúrgicamente a mi padre,trato de identificar aquello que mi padre generó en mí.
     Sin duda me enseñó el valor de la puntualidad, siempre decía "más vale 5 minutos antes que un minuto después"; nunca llegamos tarde a ningún compromiso familiar, escolar, laboral o social. Contaba que el día de su boda mi abuelo Nicolás le hizo llegar a la Iglesia una hora y media antes para evitar que la novia llegase antes que él.
     Otra de sus cualidades fue la honestidad; tuvo una inteligencia matemática sorprendente; sólo cursó la primaria pero se desempeñó como contador y auditor de los negocios de mi abuelo materno y de otros negocios que administró asertivamente a través de un sistema alfanumérico, basado en números romanos,de su propia invención. Era extraordinario verlo hacer cálculos matemáticos mentales, estimaba la cuenta en el súper de manera exacta de modo que al llegar a la caja sabía cuánto iba a pagar con pesos y centavos.
     Su genialidad matemática jamás la antepuso, a pesar de haber tenido varias oportunidades, para realizar maniobras ilegales o aprovechar circunstancias de otros; jamás hizo fortuna a costa de alguien más. Siempre fue generoso con lo que tenía y con lo que era.
     La solidaridad fue quizás una de sus mayores virtudes, en mancuerna con mi madre hicieron de la casa un verdadero hogar para familiares y amigos; siempre había más de un plato extra en la mesa y algún tendido o cama adicional para quien lo necesitase. Diariamente a la hora de comernos reuníamos entre 10 ó 15 comensales a la mesa lo que generó que mi madre implementara un rol de invitados para prevenir, como ella cariñosamente le llamaba la llegada del "vendaval" a la casa.
     A través de mi padre aprendí a valorar la naturaleza, los fines de semana caminábamos por el campo cantando, contando historias o adivinanzas mientras me enseñaba a distinguir los hongos venenosos, los olores de las plantas, las flores de los árboles; cómo brincar desde las rocas, trepar un árbol o tomar agua del arroyo.
     Amaba las aves, en especial los canarios con lo que desarrolló una gran habilidad para que se reprodujeran permitiéndole durante un tiempo hacer negocio de ello; en el corral habitaba un venado, gallinas, conejos, palomas y un par de gatos marrulleros. Entrenaba gallos de pelea y por las tardes afuera de la casa,hacía las delicias de los niños mientras entrenaba a nuestros dos perros:Un chihuahueño de nombre chispirin y un pasto alemán llamado Nazi.
     Mi gusto por el deporte también fue apuntalado por él: Basquetbol, volibol, béisbol, box, canicas, trompo, balero, fueron algunos de los juegos que aprendí con él; años después destaqué como excelente lanzadora en el béisbol, decorosa ala en el equipo de basquetbol y campeona de goleo en futbolito de salón.
     Renuente para que estudiase una Licenciatura, durante mucho tiempo consideró que mi futuro estaba en formarme a través de una carrera técnica; sin embargo confió y me apoyó en mis deseos; de ese modo cursé los estudios universitarios que sin duda me cambiaron la perspectiva de vida y hoy avalan de algún modo la mujer que soy.
     Estas son algunas de las anécdotas que hoy recuerdo de mi padre y, mientras escribía este artículo él se fue al cielo; reflexionar en cómo impactó mi vida con la suya, me permite (re) validar que el verdadero desafío consiste en darle sentido a mis acciones; traspasar mis límites, interesarme genuinamente por los demás, manifestarme a través de los otros:trascender. Como dijera el Padre Pedro Arrupe SJ "No me resigno a que, cuando yo muera, siga el mundo como si yo no hubiera vivido".
     PD: Gracias por todo papá tú siempre en mi corazón y yo en el tuyo.
     La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.   

     Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com
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