viernes, mayo 09, 2014

Cirugía de obesidad ¿es una opción segura para perder peso?

Autor: Leticia López Posada
Publicado: Puebla on Line, 09 de abril de 2014

     También conocida como "Cirugía Metabólica o "Cirugía Bariátrica" es actualmente la opción de tratamiento científico más acertado para la Obesidad Mórbida, entendida como aquella que pone en riesgo grave la vida de la persona.
     De los años cincuenta a la fecha, sus métodos y técnicas se han ido perfeccionado, reduciendo la prevalencia de sus complicaciones y por lo tanto el número de muertes dentro y fuera del quirófano; logrando así una mejor calidad de vida para aquellos quienes deciden recurrir a ella. 
     En el territorio mexicano son cuatro las técnicas quirúrgicas aceptadas por Norma Oficial: la Banda Gástrica Laparoscópica, el Balón Intragástrico, la Manga Gástrica y el By Pass Gástrico, siendo los dos últimos los procedimientos más seguros y los que mejores resultados tienen tanto a corto como a largo plazo, por el número de kilogramos perdidos y el mantenimiento de la pérdida de estos incluso por décadas. 
     Como en muchos otros ámbitos del tratamiento de la Obesidad, la publicidad mal encaminada ha hecho que estos procedimientos aparezcan dudosos y confusos ante los ojos del público, pues a veces crean falsas expectativas a base de promesas acerca de resultados "milagrosos"; sin embargo en todo el país, así como en Puebla, existen grupos de atención formales y prestigiosos, con amplia experiencia, que guiarán a los pacientes por un camino seguro hacia una vida más saludable. 
     Por lo tanto, la finalidad última de la Cirugía de Obesidad no es llevar a las personas a un peso "ideal" y mucho menos debe confundirse con una cirugía estética; más bien debe plantearse como una opción para una pérdida de peso segura y a largo plazo, que llevará a los pacientes a un peso "saludable", compatible con la vida, junto con la disminución de la presencia de enfermedades asociadas a la Obesidad y tan frecuentes en nuestro país, tales como la Hipertensión Arterial, las Enfermedades Cardiovasculares entre las que encontramos los niveles elevados de Colesterol y Triglicéridos, Diabetes Mellitus tipo 2, Síndrome de Ovario Poliquístico y alteraciones en el sueño por disfunciones pulmonares.
     Cabe mencionar que este tipo de cirugías han de practicarse en hospitales certificados ya que los quirófanos se deben equipar especialmente para la atención óptima del paciente con Obesidad, además de que el equipo médico debe conformarse por un cirujano certificado, preferentemente en laparoscopía, acompañado de un anestesiólogo especialista en la atención de este tipo de pacientes, junto con un Psicólogo y un Nutriólogo "Bariátras", ya que el paciente necesita un acompañamiento profesional no solo en el tiempo cercano a la cirugía, sino a largo plazo. 
     La Cirugía de Obesidad no es un tratamiento definitivo para esta enfermedad, y en tanto el paciente no logre hacer cambios radicales en su estilo de vida, mismos que en parte los llevaron a su problema de salud, los resultados podrían llegar a ser desalentadores.
     Dentro de los cambios que se proponen para el paciente bariátrico, con guía en un seguimiento profesional, se requiere: una alimentación equilibrada, con alimentos y bebidas naturales, bajos en calorías; también se necesita crear un autoconcepto y una autopercepción sanas, sin distorsiones de la imagen corporal, al mismo tiempo que se promueve el desapego emocional a la comida. Debe incluirse como parte de las actividades diarias, una rutina de ejercicio físico individualizada, de tal forma que la pérdida de peso sea más saludable al mismo tiempo que el paciente tonifica sus músculos y mejora su capacidad cardiorrespiratoria. Aunado a esto las personas deben aprender a manejar el estrés y a tener un descanso físico apropiado. 
     Al igual que cualquier otra de las opciones de tratamiento para esta enfermedad, indudablemente se requiere el apoyo de la familia, de los amigos y compañeros de trabajo por lo que deben involucrarse activamente en el cambio de estilo de vida, al mismo tiempo que el paciente debe cambiar su percepción sobre sí mismo y sobre los que lo rodean y a veces, romper relaciones adictivas con el alimento en general, o sobre ciertos tipos como aquellos ricos en grasas y azúcares, que tanto placer provocan. Todo esto deberá lograrse en el primer año después de la cirugía a través del apoyo médico profesional, basado en la disciplina diaria y la puesta en práctica del autocuidado, es decir, el paciente debe hacerse responsable de sí mismo y del tratamiento de su enfermedad.
     Los resultados hasta el momento son alentadores, con pérdidas del exceso de peso considerables durante los primeros 8 a 12 meses después de la cirugía, y con una estabilización aproximadamente a los 2 años. En un corto tiempo los pacientes se reincorporan a una vida "normal", mejorando sus expectativas en el ámbito de la salud, en su vida personal y en sus relaciones sociales, además de la disminución en la toma de medicamentos y de las visitas médicas. Sin embargo, el camino por recorrer es largo y la autodisciplina es la que determinará a largo plazo (más allá de los 5 años después de la cirugía), la reganancia o no del peso perdido. 
     Por último, no debemos perder de vista que si el paciente con Obesidad no está dispuesto a cambiar sus hábitos de vida, la cirugía no dará los resultados esperados.
La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.






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