miércoles, junio 11, 2014

Seis fallas que no señalan a los docentes

Autor:  Laura Angélica Bárcenas Pozos, datos e la autora haz click aquí
Publicado: Síntesis Puebla, 9 de mayo de 2014


La semana pasada el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), señaló que el sistema educativo nacional presenta seis fallas centrales para fortalecer el derecho a la educación. Las seis fallas son: inequidad, poca atención a la población indígena, obligatoriedad de preescolar, trabajo infantil, deserción y la necesidad de fortalecer las escuelas. Llama la atención que dentro de estas seis fallas no se encuentre alguna relativa a los docentes, que en los últimos meses han sido señalados de manera sistemática como los responsables, casi únicos, de que la educación en México tenga bajos resultados en las pruebas estandarizadas a nivel nacional e internacional. Creo, o más bien dicho, tengo la certeza, de que muchos profesores llegaron a serlo porque era la mejor opción, o más bien dicho, la opción menos mala, para ser un profesional y tener un empleo más o menos bien remunerado, y sobre todo seguro para el resto de la vida. En esta categoría entran aquello profesores que pasaron por una escuela normal, pues no había otra posibilidad de continuar su formación. También están los que heredaron una plaza, estos tienen alguna otra formación, pero las pocas posibilidades de empleo en nuestro país, los orillaron a gestionar la herencia de una plaza de alguno de los padres o de algún tío o de alguien que pudo vendérselas. Por otro lado, están los docentes que llegaron a este empleo porque consideraron que era fácil, que no tendrían que esforzarse mucho por trabajo regularmente pagado y seguro, es posible que hayan pasado por una normal o es posible que no, pero vieron en este empleo la posibilidad de tener un modus vivendi haciendo poco esfuerzo. Y por supuesto, están los que llegaron a este empleo convencidos de que era lo que querían hacer y a lo que querían dedicarse, sin importar la paga, ni la seguridad laboral, es decir, en esta categoría están esos docentes que tienen vocación y hasta invierten lo que ganan en material y recursos que la SEP jamás les proporciona. Claro está que la mayoría de ellos ingresaron a una escuela normal y muy pocos estudiaron otras cosas y más tarde descubrieron la vocación docente. Hago referencia a estas tres categorías, para señalar que no podemos meter en el mismo costal a todos los profesores, hay un grupo, numeroso por cierto que hace bien su trabajo, que tiene vocación, que se despierta todos los días de madrugada sale de su casa para ir a cumplir con la tarea de la mejor manera posible. Muchos de ellos se trasladan a sus centros de trabajo en camiones de segunda, piden "aventón" para ahorrarse unos pesos o camina largos tramos que dejan sus zapatos llenos de polvo. Estos profesores, trabajan en medio de la miseria y son los únicos que hacen algo por los niños que tienen menos y por tener menos, estos pequeños tienen muy pocas posibilidades de concluir el ciclo básico de educación. Estos docentes trabajan en escuelas que cuentan con pocos recursos y tienen que atender varios grados a la vez, sin haber recibido entrenamiento, ni mucho menos formación para hacerlo. A pesar de esto los niños aprenden a leer, escribir y a resolver las operaciones aritméticas básicas.



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